También reconoce a la abogada mexicana Leticia Bonifaz, del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de la ONU
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MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Consejo General de la Abogacía Española ha celebrado este viernes la segunda edición de sus Premios Igualdad de la Abogacía en un acto conmemorativo por el Día Internacional de la Mujer. Han sido reconocidas la primera mujer colegiada como abogada en España hace exactamente un siglo, Ascensión Chirivella (1894-1980); la primera presidenta de una Sala del Tribunal Supremo, María Luisa Segoviano; y la abogada mexicana Leticia Bonifaz.
La presidenta del Consejo, Victoria Ortega, ha destacado la labor de estas tres profesionales y ha recordado que han constituido un referente al haber abierto caminos para las mujeres en el gremio.
«Es de elemental justicia que el premio nacional haya recaído en Segoviano», ha dicho Ortega, quien ha definido a la presidenta de la Sala de lo Social del Supremo como un «auténtico referente en la judicatura» y en la docencia que «lo ha sido todo en el orden jurisdiccional social».
En el marco del encuentro, también ha recordado a Chirivella, quien fue la primera mujer colegiada como abogada en España y llegó a pleitear para que las mujeres que se divorciaran tuvieran derecho a una pensión de su exmarido. «Hoy somos más de 75.000 mujeres ejerciendo la Abogacía», ha celebrado Ortega.
Además, ha reconocido el trabajo de Bonifaz, una de las 23 expertas en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, creado por la ONU. «Afronta una de las mayores responsabilidades mundiales en este terreno», ha subrayado la presidenta de la Abogacía Española.
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MUJERES PIONERAS
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha acudido a la encuentro y ha extendido también su aplauso a Segoviano y Bonifaz. A su juicio, el galardón «reconoce, justamente, su incansable labor a favor de la igualdad de género y su ejemplar valor como pioneras en la lucha por abrir horizontes a todas las mujeres». «Muchas son las mujeres que habéis ido abriendo el techo de cristal para las generaciones futuras», ha indicado.
Respecto al premio concedido a Ascensión Chirivella, Batet ha asegurado que «honra la memoria de una mujer excepcional» que también fue «una auténtica pionera» al ser la primera mujer española que vistió la toga y ejerció como abogada, hace ahora justo un siglo.
«Creo que recordar aquel logro nos demuestra que la lucha por conseguir la igualdad real y efectiva, en todos los ámbitos, también en el ejercicio de la abogacía es una tarea permanente», ha dicho.
Batet ha reconocido que «se ha avanzado», pero aún «queda camino por recorrer en materia de selección, promoción, desarrollo de la carrera profesional, remuneración y conciliación de la vida laboral y personal». A su juicio, es necesario que la igualdad se integre en la cultura de la profesión y que forme parte de los procesos de gestión dentro de los despachos profesionales.
TECHO DE CRISTAL
Ortega ha recordado que «el techo de cristal sigue siendo una realidad palpable» y «visible» en el mundo de la judicatura, por lo que ha considerado necesario más reconocimientos como este. «España se encuentra a la cabeza de la legislación sobre desigualdad, pero la brecha es mas que evidente», ha añadido.
La presidenta de la Abogacía Española ha celebrado, sin embargo, que se sigan dando pasos hacia la igualdad. «Hace un año, reclamábamos al entonces Ministro de Justicia –Juan Carlos Campo– que adoptara medidas de conciliación para los profesionales de la Administración. Y así se hizo», ha señalado, en referencia al proyecto de ley de eficiencia procesal.
En los premios también ha participado la fiscal de Sala Delegada de Violencia de Género, Teresa Peramato, quien ha recordado el «largo» camino recorrido. «En 1966 las mujeres no podíamos acceder a la carrera fiscal», ha dicho para luego subrayar que ahora representan el 63%.
Ha matizado, sin embargo, que a nivel de fiscales de Sala son el 28%, aunque ha celebrado que los tres cargos de máxima representación lo ocupan mujeres: la Fiscalía General del Estado (FGE), a cargo de Dolores Delgado; la Fiscalía del Supremo, con Ángeles Sánchez Conde; y la Inspección Fiscal, con María Antonia Sanz Gaite.
En este sentido, ha insistido en que han sido cargos que «toda la vida» han estado ocupados por hombres y que «a nadie le ha preocupado». Y ha subrayado que se ha conseguido «gracias a una actuación de la FGE tendente a conseguir ese reequilibrio, que tendría que haberse producido toda la vida».
«La pregunta sería por qué nos cuesta llegar a las mujeres. ¿Por qué existe ese techo de cristal? ¿Cuáles son los obstáculos? Solo si nos lo cuestionamos podríamos hacer planteamientos eficaces», ha señalado.