MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado renovar por un año el embargo de armas impuesto a los huthis en Yemen y expandir su alcance debido a las recientes acciones de los rebeldes en el marco del conflicto, que se ha recrudecido durante los últimos meses.
La votación se ha saldado con once votos a favor y cuatro en contra –Brasil, Irlanda, México y Noruega– y supone así una renovación de las medidas aprobadas por primera vez en 2014, que incluyen prohibiciones de viaje y congelación de activos de diversos altos cargos de los huthis.
La resolución incluye además la expansión hasta el 28 de marzo de 2023 del mandato del Panel de Expertos sobre Yemen, al tiempo que condena los últimos ataques de los rebeldes contra Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), incluido el perpetrado en enero contra Abú Dhabi, que dejó al menos tres muertos.
El enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, alertó en febrero de que el repunte de los combates amenaza con provocar que el conflicto «quede fuera de control» si no hay «esfuerzos serios y urgentes» por parte de los actores enfrentados, los países regionales y la comunidad internacional en su conjunto.
«Los ataques contra EAU y Arabia Saudí indican cómo este conflicto está en riesgo de salirse de control», resaltó, antes de apuntar que «para los yemeníes, el último mes ha estado marcado por una multiplicación de las líneas de frente y unas espantosas cifras récord de víctimas civiles».
Por su parte, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios y coordinador de Asuntos de Emergencia, Martin Griffiths, alertó de que la crisis «sigue amenazando la vida de millones de personas en el país». «En enero se confirmaron más de 650 víctimas civiles. Eso significa, de media, 21 civiles muertos o heridos cada día por bombardeos, ataques con artillería, armas ligeras y otra violencia. Es, de lejos, el mayor balance en los últimos tres años», lamentó.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente y a los huthis, respaldados por Irán, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país.
