MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Iryna Terletska es ucraniana y vive en España desde los 14 años, y tras el ataque de Rusia, ha trasladado este viernes su gran preocupación por los «momentos difíciles» que está viviendo su familia en Ucrania y, ha dejado claro, que «lo único que piden es la paz», que no quieren guerra y para ello, ha solicitado que «todos los países que pueda se unan y ayuden» porque «no podemos permitir que esto ocurra en el siglo XXI».
«La zona dónde vive mi familia se llama Yvano-frankivsk en el Oeste de Ucrania y ayer atacaron el aeropuerto con los misiles y he visto los vídeos y es horroroso, no entiendo cómo puede pasar eso en el siglo XXI», lamentaba.
Además Iryna ha advertido que «ahora Putin está en Ucrania, pero mañana puede estar en otra parte». «No podemos estar callados», ha alertado
En esta línea, Stanislav Kornuta, que vive en España desde hace 11 años, pero tiene a toda su familia en Ucrania, ha explicado que se sienten «solos y abandonados en la guerra contra Rusia». «Muere mucha gente para defender la democracia que tenemos, para defender la idea de ingresar en la UE y los valores europeos, es el precio que estamos pagando por ello», ha detallado.
«Realmente después de todo lo que había pasado desde el 2014 no pensábamos que se iba a producir una guerra en todo el territorio ucraniano, pensábamos que se iba a resolver pacíficamente», comenta Stanislav.
Por ello, el joven también reclama la paz y para conseguirla, ha trasladado su petición a la OTAN. «Que nos deje el cierre del espacio aéreo y que nos dejen la cúpula de hierro para defendernos y evitar las muertes entre los civiles, el resto ya lo haremos nosotros», ha aseverado.
Por su parte, Yuri Puriy también residente en España desde hace 16 años, ha explicado que tienen «un cúmulo de sensaciones que no sabe explicar, porque hay mucho miedo, rabia y preocupación». «Todo el mundo sabe dónde empieza la guerra, pero no dónde va a acabar, yo creo que va a seguir, ojalá que no, la gente de Ucrania lo único que quiere es vivir en paz», ha añadido.
Por el momento, los familiares de éstos jóvenes se mantienen en sus casas en Ucrania, atemorizados por las noticias o bombardeos cercanos que incluso «han llegado a escuchar y sentir», pero, hoy por hoy, no han pensado salir del país.
«¿Dónde pueden ir?, hace falta gasolina y en las gasolineras ya falta, y tal y como esta a situación mejor quedarse en sus casas», advertía Irina.
Stanislav relataba que dónde vive su familia «todavía, no hay bombardeos pero nunca se sabe cuando llegarán, no están seguros del día de mañana». «Salir de allí no se si van a poder, como mucho mandarán a los niños, pero ellos tendrán que quedarse», ha matizado.
Por su parte, familiares y amigos de Yuri tienen claro que quieren seguir viviendo en su país y que no se marcharán. «No es lo mismo la gente que pelea por su familia y por su casa, que el que pelea por dinero y yo, conociendo a la gente de mi tierra, sé que no se van a echar para atrás y se está viendo. No van a entregar su casa lo que es suyo, no se van a dar por vencidos. Eso te llena de orgullo y te da miedo a la vez», ha concluido.