Lo que más se temía en el conflicto que mantiene Rusia con Ucrania, fue expresado por el presidente Vladimir Putin.
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Putin reconoce a dos “nuevas naciones independientes”
El mandatario reconoció a dos “nuevas naciones independientes” en el este de Europa. Se tratan de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, dos territorios de Ucrania que se encuentran en la frontera con Rusia.
Desde 2014, las regiones fueron parcialmente tomadas por milicias separatistas prorrusas enfrentadas al gobierno ucraniano.
Lo anterior significa un duro golpe a las pláticas diplomáticas, que los países occidentales, liderados por Estados Unidos, seguían de cerca.
Putin firmó el reconocimiento de ambas zonas, luego de dar un largo discurso desde el Kremlin. El presidente presentó su visión de la historia para insistir en que Ucrania pertenece a la esfera de influencia rusa.
Y es que después de su prolongado discurso, el presidente ordenó el despliegue de “tropas de paz” en la región, lo que implica la ocupación de hecho del territorio de su vecino.
Es un hecho similar al que se usó en 2014 para justificar la ocupación y posterior anexión de Crimea, luego de complicados meses de aparición de una desconocida milicia independentista, que los servicios de inteligencia occidentales sostienen que eran tropas regulares rusas.
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Las cifras dicen más que mil palabras. Se estima que más de 14 mil personas han fallecido en el conflicto que estalló en 2014 en Donbas, en el este de Ucrania, donde están las consideradas nuevas “repúblicas”. Más de 1.5 millones han sido desplazados por la guerra entre los rebeldes y el ejército ucraniano.
Así cambia la crisis entre Ucrania y Rusia
Fracaso de acuerdos de Minsk
Con el reconocimiento de estas regiones como repúblicas independientes, el presidente ruso abandona el marco de los acuerdos de Minsk alcanzados entre 2014 y 2015, con los que se pretendía resolver el conflicto creado por los separatistas prorrusos por los mismos días que se completó la anexión de Crimea.
Los acuerdos, que fueron promovidos por Alemania y Francia, preveían un cierto grado de autonomía para ambas zonas, pero siempre dentro de Ucrania.
Tras el reconocimiento del Kremlin, se desbaratan los fundamentos de los acuerdos, los cuales pierden fuerza.
Ambas partes se culpan de violar el pacto. Rusia y los separatistas sostienen que la continua presión militar contra la minoría rusa por parte del ejército ucraniano es la responsable; mientras que el país afectado y los aliados occidentales aseguran que son los grupos prorrusos los que hostigan a sus soldados.
Menos diplomacia
Con el espacio de Minsk debilitado, países como Francia y Alemania se ven alejados de las negociaciones.
El retroceso en el frente diplomático acerca más el de la guerra. El tono de Putin en su mensaje deja claro que Rusia actuará para defender a sus ciudadanos en zonas rebeldes de Ucrania, que ahora considera “independientes”.
Se acerca la guerra
Con el reconocimiento de Moscú, los rebeldes prorrusos de las autodenominadas “repúblicas” pueden sentirse tentados de ampliar su control territorial con la esperanza de que la respuesta del ejército ucraniano sea contrarrestada por acciones rusas en su defensa.
La orden de Putin de enviar “fuerzas de paz” rusas a las zonas equivale a una ocupación de territorio de una nación soberana. El despliegue puede instigar a un conflicto bélico, ya que Ucrania acusa a Rusia de violar la soberanía de su país, lo que puede empeorar la tensa situación.