Borrell insiste en que las sanciones en caso de ataque ruso están ya preparadas
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BRUSELAS, 21 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea ha dado este lunes su bienvenida a la cumbre anunciada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se sienten a negociar una salida pactada de la crisis de Ucrania.
«Tantas herramientas diplomáticas que uno imagine deben movilizarse, a nivel ministros, de líderes… cualquier formato y forma de sentarse a hablar y tratar de evitar la guerra se necesita y vamos a apoyar cualquier cosa que haga avanzar las conversaciones diplomáticas», ha valorado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en declaraciones a la llegada del Consejo de Asuntos Exteriores.
Según ha informado el Elíseo, tanto Putin como Biden han aceptado participar en la cumbre que «sólo podrá celebrarse a condición de que Rusia no invada Ucrania».
Este lunes en Bruselas se juntan los ministros de Exteriores europeos con su colega ucraniano, Dimitro Kuleba, para discutir la evolución de los acontecimientos en la crisis de seguridad en sus fronteras, donde el enorme despliegue militar de Rusia mantiene la alarma por una invasión.
Frente al repunte de la violencia en el Donbás y los continuos avisos de Washington de que la invasión rusa podría llegar en cuestión de días, Borrell ha llamado a la calma. Así, ha afirmado que las autoridades ucranianas están «preocupadas y se sienten amenazas», pero «no nerviosas» y ha recordado que el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha recalcado que en esta situación el pánico «es el peor enemigo».
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Además, preguntado por las sanciones europeas en caso de agresión rusa, el jefe de la diplomacia comunitaria ha insistido en que «el trabajo está hecho» y la UE está lista para responder «cuando llegue el momento».
En la misma línea, el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, ha considerado «muy buena noticia» la posible cumbre entre Biden y Putin. «España quiere privilegiar la diplomacia y el diálogo», ha asegurado, insistiendo en que esta es la vía para lograr rebajar la tensión en el este de Europa.
«No hay nada que no podamos dialogar con Rusia, pero el diálogo debe ser sereno», ha subrayado el ministro español para insistir en que mientras Moscú debe retirar tropas, cuyo despliegue a las puertas de Ucrania es «injustificado».
El ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, ha insistido en la apuesta por el diálogo, asegurando que la posible cumbre es una muestra de que el trabajo diplomático debe continuar. Mientras, su colega irlandés, Simon Coveney, ha dicho que el foco debe ser evitar el conflicto bélico y trabajar para que la iniciativa propuesta por Macron tenga éxito. «La manera de evitar la guerra es hablar y encontrar puntos de compromiso para evitar una invasión, debe ser la prioridad ahora», ha señalado.
ACTUAR YA CONTRA RUSIA
Favorables a un enfoque más duro se han expresado los ministros bálticos, caso del lituano Gabrielus Landsbergis, que ha insistido en que la UE debe responder ya ante la presión que ejerce Moscú sobre Kiev. «Debemos debatir sobre cómo responder a la situación actual. Estamos esperando a un ataque militar, pero ya hay una serie de cosas que puede hacer Rusia antes», ha indicado, insistiendo en que Ucrania ya está siendo atacada.
Landsbergis ha puesto el foco sobre Bielorrusia, donde Rusia mantiene 30.000 efectivos que ha anunciado que se quedarán de forma indefinida tras realizar unos ejercicios militares la última semana. A su juicio, esto cambia la situación para la UE y la OTAN, llegando a decir que se tata de una «ocupación lenta» de Bielorrusia.
Por su lado, el ministro letón, Edgar Rinkevics, ha apoyado imponer algunas sanciones del paquete que prepara la UE para responder al recrudecimiento de la violencia en el Donbás. «Debemos pasar de las palabras a las acciones reales», ha sostenido.
«No creo que podamos acordar ya el paquete de sanciones pero hay que preparar el proceso legal y tener todo listo si la cosa empeora», ha defendido, añadiendo que las medidas deben restringir la actividad del gasoducto ‘Nord Stream 2’, el control de exportaciones y atacar a las finanzas rusas.