MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Un grupo de presos políticos han denunciado este viernes que la junta militar birmana les niega la asistencia sanitaria y los tratamientos médicos en la cárcel de Insein, en Rangún, y han señalado que muchos de ellos sufren heridas a causa de palizas y torturas.
En una carta difundida a través de las redes sociales, los presos han detallado las condiciones de su encarcelamiento y han solicitado a organizaciones locales e internacionales que presten asistencia para recibir el tratamiento médico adecuado.
Así, han indicado que uno de los presos que sufrió un accidente cardiovascular no ha recibido el tratamiento adecuado a pesar de estar interno en el hospital de la prisión. Además, le han negado el traslado a un hospital civil.
Otro preso perdió el conocimiento tras sufrir una paliza a manos de los militares y tampoco está recibiendo asistencia o tratamiento, recoge la carta. «Sabemos de estos casos porque pasan con nosotros presentes, pero no sabemos cuántos casos se producen sin que lo sepamos. Estos casos son testimonio de la falta de responsabilidad mostrada por las autoridades de prisión bajo el régimen militar», indica la misiva.
Un abogado que trabaja para un grupo de activistas encarcelados ha señalado que «como todo el mundo sabe, no hay servicio sanitario en la prisión». «El paracetamol es lo único disponible en la cárcel», ha relatado, según ha recogido el diario ‘The Irrawaddy’.
«Los detenidos cuentan que muchos tienen síntomas de coronavirus pero, como en el pasado, la mayoría carecen de acceso a servicios sanitarios completos. Se les niegan los derechos fundamentales», ha aseverado.
Hasta el 15 de febrero, 1.557 personas, incluidos niños, han sido asesinadas por la junta desde el golpe de Estado de febrero de 2021, según datos de la Asociación de Asistencia a Presos Políticos (AAPP). Más de 9.100 personas han sido detenidas desde entonces, de las cuales más de 700 han sido condenadas a prisión.