MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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El líder de la junta militar en Burkina Faso tras el golpe de Estado del 24 de enero, Paul-Henri Sandaogo Damiba, ha tomado posesión este miércoles como nuevo presidente del país, un acto en el que ha prometido reforzar la lucha contra el terrorismo ante el aumento de la inseguridad durante los últimos años.
«Juro ante el pueblo burkinés y por mi honor respetar y hacer respetar y defender la Constitución y las leyes, así como actuar para garantizar la justicia a todos los habitantes de Burkina Faso», ha dicho Damiba durante la ceremonia, según ha recogido el portal burkinés de noticias Infowakat.
Asimismo, ha resaltado que las acciones de la junta, conocida oficialmente como Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR), «no se inscriben en una lógica revolucionaria» y ha recalcado que el Ejército está ahora en una fase ofensiva contra los grupos terroristas.
«Con determinación, podemos llegar y vamos a llegar», ha dicho sobre el retorno de los desplazados por la violencia. «Nadie puede tomar como rehén a nuestro pueblo», ha manifestado Damiba, quien ha abogado por aprobar las lecciones del pasado, tal y como ha informado el portal Burkina 24.
Por último, ha dado las gracias a los socios del país y ha mostrado su deseo de «trabajar con total soberanía» con ellos para hacer frente a la amenaza yihadista. «Los próximos meses serán decisivos para el futuro de nuestra nación. Entiendo lo que está en juego», ha zanjado.
El acto se ha celebrado menos de una semana después de que el Tribunal Constitucional de Burkina Faso aprobara el nombramiento del líder golpista como presidente del país tras el derrocamiento de Roch Marc Christian Kaboré el 24 de enero.
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El golpe de Estado fue perpetrado tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo, motivo por el que los soldados exigieron la dimisión de Kaboré y otros altos cargos de las fuerzas de seguridad.
La asonada tuvo lugar casi dos semanas después de que las autoridades anunciaran el arresto de ocho militares, incluido un comandante, en relación con un presunto complot para «desestabilizar» las instituciones del país.
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.