MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, ha afirmado este martes que «en estos momentos» se inclina por no presentarse como candidato a las próximas elecciones parlamentarias, antes de hacer un llamamiento a la participación de cara a la votación.
«En estos momentos, mi decisión es no ser candidato», ha manifestado, en declaraciones concedidas al diario libanés ‘Al Ajbar’. «Aún estoy sopesando mi decisión final, con una fuerte inclinación a no presentarme finalmente», ha asegurado.
Sin embargo, ha recalcado que tanto él como su bloque político «participarán» en las elecciones. «No las boicotearemos», ha afirmado Mikati, quien ha agregado que espera «una gran participación» de la comunidad suní.
El primer ministro dijo en enero que no haría un llamamiento al boicot por parte de los suníes y ha hecho hincapié en que «en muchas ocasiones ha pedido a la gente que vaya a votar», tal y como ha recogido el diario ‘L’Orient le Jour’.
Por otra parte, ha recalcado que «las elecciones se celebrarán a tiempo» y ha añadido que el Gobierno trabaja para finalizar los preparativos de cara a la votación, incluido el aspecto financiero del proceso.
«Hemos obtenido los fondos necesarios», ha señalado Mikati, de cara a un Consejo de Ministros que se celebrará este mismo martes para abordar la situación en el país. «Durante esta sesión se adoptará una decisión sobre los gastos necesarios para las elecciones», ha adelantado.
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«Consideramos que necesitamos 15 millones de dólares (cerca de 13,2 millones de euros) para celebrar las elecciones en Líbano y fuera de Líbano. Un tercio de ese montante ya ha sido reunido», ha dicho, antes de incidir en que el resto puede ser obtenido por el Tesoro «sin dificultades».
Las elecciones parlamentarias deberían celebrarse en marzo, según aprobó el Parlamento, si bien el presidente, Michel Aoun, se negó a ratificar esa fecha y dijo que deberían tener lugar en mayo. Posteriormente, se fijó el 15 de mayo como fecha.
Líbano se encuentra sumido en una grave crisis política y económica ahondada por la pandemia de coronavirus y las explosiones en agosto de 2020 en el puerto de la capital, Beirut, lo que ha incrementado además la inestabilidad política y ha profundizado una crisis humanitaria que ha hecho saltar las alarmas internacionales.