MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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Las Fuerzas Armadas de Japón siguen llevando a cabo labores de entrenamiento con la participación de militares birmanos a pesar de haber condenado el golpe de Estado que tuvo lugar el 1 de febrero de 2021 en el país asiático.
Según informaciones del diario ‘The Asahi Simbun’, actualmente hay una decena de miembros del Ejército birmano entre los efectivos que participan en los programas de entrenamiento y educación de las Fuerzas Armadas.
Estos entrenamientos incluyen, entre otras cosas, nociones sobre ejercicios militares con munición real, y pueden alargarse durante un periodo de cinco años. Todos ellos habrían sido aceptados tras el golpe militar.
El Ministerio de Defensa nipón ha indicado que acepta la inclusión de personal militar procedente de más de treinta países en el marco de su Ley de Fuerzas de Autodefensa. Así, Birmania figuraría entre estos países y, por lo tanto, sus efectivos pueden ser entrenados por el Ejército japonés.
Desde 2015, los cadetes birmanos han estado estudiando en la Academia Nacional de Defensa de Japón y han recibido formación militar y académica. En el año 2020 participaron en el programa efectivos de unos quince países, entre ellos Birmania.
El Gobierno nipón ha señalado que esto se debe a que el país ocupa una posición «vital» para Japón dado que hace frontera con China e India. El pasado mes de diciembre, un alto cargo del Ministerio de Defensa señaló en declaraciones a la ONG Human Rights Watch que ocho cadetes birmanos habían estado asistiendo a la academia y que al menos dos de ellos habían participado posteriormente en el golpe de Estado.
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Teppei Kasai, director del programa de HRW para Asia, ha recordado que el Ejército birmano ha cometido durante años «ejecuciones extrajudiciales, violaciones, bombardeos indiscriminados, actos de tortura y otros abusos con total impunidad, especialmente en conflictos de larga duración con grupos armados incluso antes de las atrocidades cometidas contra los rohingyas en 2017».
«Y ahora, seis años después de que empezara el programa, Birmania está sumida en una crisis debido al golpe militar», ha señalado antes de pedir al Gobierno japonés que «suspenda inmediatamente el programa y reduzca las relaciones militares con el Tatmadaw (Ejército birmano)».
La organización ha condenado en varias ocasiones las medidas tomadas por la junta birmana durante el último año y ha señalado este martes que el proyecto de ley de ciberseguridad que la junta prevé aprobar es «draconiano» y permite al Ejército «acceder a los datos, bloquear páginas web y ordenar la suspensión de Internet» a su antojo.
En un comunicado, la ONG ha indicado este martes que la junta militar ha «cogido un borrador que ya de por sí era terrible y lo ha convertido en algo incluso peor». La asesora legal de HRW, Linda Lajdhir, ha recalcado la necesidad de que la junta deje de lado este proyecto de ley, que solo servirá para «socavar aún más la libertad de expresión y el acceso a la información en el país». La nueva legislación convierte en delito el uso de una VPN para hacer búsquedas en Internet.
«La ley consolida la habilidad de la junta para imponer la censura y la vigilancia y detener la operación de numerosas empresas en Birmania», ha manifestado Lajdhir. «Los gobiernos que hacen negocios con la junta deben reconocer los riesgos si este proyecto se convierte en ley», ha zanjado.