La decisión de un juez en Estados Unidos indignó a quienes luchan día con día por la defensa de los derechos de las mujeres agredidas sexualmente en todo el mundo. Y es que un joven, de 20 años, pudo evitar la prisión a pesar de declararse culpable de intento de abuso sexual en primer grado, violación en tercer grado y dos cargos de abuso sexual en segundo grado.
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CNN informó que el autor de estos delitos es Christopher Belter, de 20 años, quien viene enfrentando estos cargos desde 2017. El juez Matthew J. Murphy fue quien emitió la sentencia de ocho años de libertad condicional por estos cargos, alegando que “el tiempo en la prisión sería inapropiado”, lo que indignó a las víctimas.
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A pesar del daño causado, el joven leyó en el juicio una carta dirigida a las víctimas, alegando que estaba arrepentido por lo que había hecho y que ahora se daba cuenta que estuvo muy mal: “A través del tratamiento y la reflexión, he llegado a sentir una profunda vergüenza y arrepentimiento por mis acciones. Ninguno de ustedes merecía estar en esta situación”, dijo. “Espero que cada uno de ustedes pueda cerrar la herida que hice.”
“Sin embargo, sé que quedará una cicatriz que servirá como recordatorio de la maldad de esa noche”, agregó.
Como era de esperarse, esta decisión del juez generó malestar en la afectadas, quienes jamás se esperaron un resultado como este después del juicio. Una de las jóvenes confesó: “Me disgustó que incluso fuera una opción” lo de la libertad condicional, reseñó el portal de noticias WKBW ABC 7 Buffalo.
“El juez tuvo la oportunidad de apagar el fuego, pero decidió dejar que siguiera ardiendo”, dijo. “No esperaba ponerme tan emocional como lo estaba, pero simplemente me derrumbé”, señaló, agregando que después de conocer la decisión del juez tuvo que correr al baño a vomitar.
La joven considera que en esta decisión influyó la familia del agresor, ya que goza de buena posición económica y de poder, al venir de una familia de abogados.
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Confiesa que esta experiencia la traumatizó de por vida y que los recuerdos de la agresión, que ocurrió cuando tenía 16 años, siempre dan vueltas en su mente.
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