Es una realidad que la migración es uno de los más grandes problemas que enfrentan las administraciones de los presidentes de Estados Unidos y México.
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Lo que comenzó como un discurso de campaña de Joe Biden en su carrera presidencial, desde sus propias palabras, se malentendió y provocó una grave crisis en la frontera de los países de Norteamérica.
Hace cerca de un mes, miles de migrantes se plantaron en el norte de México, con la intención de llegar al “sueño americano”.
Los detractores de Biden consideraron que era la primera crisis del presidente, que tuvo que expresar que su mensaje se había sacado de contexto. “Dije que apoyaría a las minorías, que buscaré ayudar a los ‘dreamers’, que ya son parte de nuestra cultura. Pero si piensan venir, porque soy un buen tipo o lo dije, el trato es el siguiente: No vengan, quédense en sus pueblos, comunidades o países”, indicó en su momento el mandatario.
Al parecer el conflicto es más grande de lo que se imaginan las autoridades de ambas naciones. De hecho, el líder de los demócratas pidió ayuda a su homólogo, Andrés Manuel López Obrador, para disminuir la migración.
“Caravana madre”, con más de 4,000 migrantes van a la CDMX
Ahora, cerca de cuatro mil personas, en su mayoría de Centroamérica o Haití, integran la llamada “Caravana madre”, que marcha lentamente por México con el principal objetivo de avanzar en sus trámites migratorios.
Salieron el pasado sábado 23 de octubre del municipio de Tapachula, en Chiapas, y desde entonces más individuos se han unido al contingente.
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El camino es largo, pues tienen la intención de llegar a la Ciudad de México. Se notan cansados por el intenso calor que deben soportar, y van a ritmo lento, conscientes de que llevan niños, adultos mayores y mujeres embarazadas de hasta ocho meses de gestación.
El pasado 27 de octubre arribaron a Villa Comaltitlán, y el 28 desde la madrugada reanudaron su andar.
Con niños y mujeres embarazadas
De hecho, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México ha señalado que dentro del contingente se trasladan grupos familiares, que son acompañados por lactantes, niños, adolescentes, discapacitados, ancianos y elementos de la comunidad LGBT. Por eso, solicita que se desplieguen “condiciones de seguridad que impidan abusos en su contra”.
Los integrantes aseguran que su lema es “Por la libertad, la dignidad y la paz”, y exigen el respeto de las autoridades para lograr avanzar sin ningún tipo violencia.
Denuncian uso excesivo de la fuerza
Y es que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció “uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad mexicanas”. Es más, en los operativos un pequeño fue herido por la Guardia Nacional.
“Se tiene el deber estricto de protección especial de niños, niñas y adolescentes que buscan protección internacional; y a priorizar su aplicación en todas las medidas o políticas que puedan afectarles”, dijo la CIDH.
Los migrantes tienen como meta llegar a la capital para protestar por el retraso en la tramitación de sus solicitudes de asilo o tránsito, y después continuar hacia el país de las barras y las estrellas, donde desde enero y septiembre de 2021 cerca de 1.3 millones de migrantes fueron aprehendidos por los oficiales de la Patrulla Fronteriza y de la Oficina de Aduanas.