Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, ha sido uno de los personajes políticos más señalados en el mundo por su manejo de la pandemia. Con poco más de 425 mil muertes oficiales, y más de 15 millones de contagios, Brasil está en el top 3 de países más afectados por la pandemia, puesto en disputa que comparte con Estados Unidos y la India.
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“La incapacidad del presidente Bolsonaro para evitar más de 425 mil muertes está siendo discutida por una Comisión Parlamentaria de Investigación instalada en el Senado brasileño a partir del 26 de abril de 2021. La Comisión fue una exigencia del Supremo Tribunal Federal. Actores clave del sector regulador de la salud como el actual Ministro de Salud y otros funcionarios están siendo cuestionados sobre la responsabilidad del Presidente en el retraso de la vacunación, la difusión de noticias falsas, la falta de camas de UCI y medicamentos. La pregunta es de que NO se le acusará”, explica a Metro Andreia Reis do Carmo, estudiante de doctorado en el Instituto de Brasil del King’s College de Londres.
La investigación del Senado de Brasil podría obstaculizar la candidatura a la reelección del presidente Jair Bolsonaro si conduce a un proceso de juicio político o cargos penales.
Bolsonarismos en la pandemia
Bolsonaro ha minimizado durante mucho tiempo la ferocidad de la pandemia, al tiempo que se resiste a las medidas de confinamiento y al uso de mascarillas. Si bien los casos de covid-19 han comenzado a estabilizarse o disminuir en otros países, los casos de Brasil han seguido aumentando.
Incluso, recientemente, insinuó que China impulsa una “guerra bacteriológica” y que ese país “fabricó el virus” de causante del COVID-19. «Los militares saben lo que es una guerra química, bacteriológica y radiológica ¿No estaremos enfrentando una nueva guerra? ¿Qué país registró mayor crecimiento de su PIB? No se los voy a decir», declaró Bolsonaro. China es el único miembro del G20 que en 2020 registró un crecimiento económico.
“Persistir en la idea errónea de la «inmunidad de rebaño» a través de la contaminación por COVID-19, a pesar de que países como Italia y Francia eran ejemplos que la contradecían; desacreditar las recomendaciones de la OMS como poner cierres, usar mascarillas, evitar las multitudes; llamar a la pandemia de COVID-19 «sólo una pequeña gripe»; y permitir que el sistema de salud pública colapse son sólo algunas de las acusaciones del Presidente”, explica Reis do Carmo.” La Comisión Parlamentaria de Investigación pondrá a prueba a Bolsonaro políticamente, aunque el efecto inevitable y crucial será en las urnas”, concluye.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Robert Muggah
politólogo, cofundador del Instituto Igarape y director de SecDev Group.
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¿Cuáles son los elementos por los que se culpa al presidente Bolsonaro de su mala gestión de Covid-19?
El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro es uno de los pocos «populistas de la pandemia» que ha empeorado mucho una mala situación. Desde el inicio de la pandemia, a principios de 2020, ha evitado las mascarillas a pesar de las órdenes judiciales para hacerlo, y ha negado repetidamente la gravedad del virus, describiéndolo como una «pequeña gripe». Bolsonaroo ha defendido repetidamente tratamientos no científicos, como la cloroquina. Se ha negado a elaborar un plan nacional de vacunación e incluso ha denegado el envío de vacunas de diversas fuentes, incluida Pfizer.
En el último año, al menos tres ministros de Sanidad fueron despedidos o dimitieron y algunos hospitales se quedaron literalmente sin oxígeno. Bolsonaro también obstruyó activamente a los gobernadores y alcaldes para que no tomaran medidas preventivas, y en su lugar instó a sus partidarios a protestar contra los toques de queda, a celebrar mítines sin máscara y a invadir hospitales. Como resultado, el sistema de salud pública de Brasil ha llegado a su punto de ruptura.
¿Cuáles son los principales problemas y cómo afecta la crisis de la pandemia de Covid-19 a Bolsonaro?
El presidente Bolsonaro no ha tomado ninguna medida seria para contener la pandemia ni para organizar un plan de vacunación integral. Su argumento ha sido que esto generaría efectos paralizantes en la economía y tiene miedo de cómo esto afectaría a su base de seguidores. A medida que la crisis de la pandemia se agrava, la magnitud de la incompetencia y la corrupción del presidente se hace más evidente. Sus índices de popularidad están en el punto más bajo registrado desde su elección en 2018. Los legisladores han presentado más de 100 solicitudes de destitución. El futuro de Bolsonaro depende de los resultados económicos de Brasil. El PIB de Brasil se contrajo más de un 9% en 2020, lo que llevó al país a una profunda recesión. Si las materias primas repuntan, como podría ser, también podría hacerlo su popularidad.
¿Qué le espera a Bolsonaro? ¿Lograrán él y su movimiento llegar a las elecciones de 2022? Si es así, ¿cómo llega a ese proceso electoral?
Aunque su popularidad ha sufrido un duro golpe en los últimos meses, Bolsonaro sigue siendo el candidato a batir en 2022. Su principal rival es el ex presidente Lula, a quien recientemente los tribunales anularon los cargos en su contra. Brasil está intensamente polarizado, y parece que lo estará aún más en el próximo año, lo que hace más difícil que los candidatos centristas encuentren su lugar. Aunque Lula está actualmente en mejor posición que Bolsonaro, las profundas divisiones del país podrían ayudar a Bolsonaro a ganar la reelección en 2022. Otra gran preocupación es que Bolsonaro podría rechazar los resultados electorales en caso de perder el año que viene. Tomando una página del manual de Trump, ya está desacreditando públicamente el voto electrónico (sin pruebas) y está aflojando las leyes de control de armas para el deleite de su base militante.
El presidente Bolsonaro está empezando a sentir la presión por su fracaso en la contención de la crisis del COVID-19. Él y sus hijos se enfrentan a una serie de investigaciones penales y los llamamientos a su dimisión o a la destitución crecen día a día.
EN LA OPINIÓN DE…
“2022 traerá las elecciones más polarizadas de Brasil”, por Helder Ferreira do Vale, profesor asociado del Departamento de Estudios Internacionales, Universidad de Xi’an Jiaotong – Liverpool
«Ciertamente, las perspectivas políticas de Bolsonaro se deterioraron en los últimos meses con el empeoramiento del impacto de la pandemia de Covid-19 en los indicadores económicos y sociales. La actual investigación que está llevando a cabo el Senado Nacional bajo una Comisión Parlamentaria de Investigación es probable que saque a la luz importantes pruebas de los posibles delitos en los que incurrió Bolsonaro en la gestión de la pandemia, lo que potencialmente dañará su reputación política.
Aunque la posibilidad de que Bolsonaro gane las elecciones presidenciales de 2022 es hoy más escasa, todavía mantiene un sólido apoyo de aproximadamente el 30% de los votantes brasileños, lo que lo convierte en el candidato más preferido para las elecciones del próximo año. Según una encuesta de opinión publicada este mes (Paraná Pesquisas), Bolsonaro obtendría el 32.7% de los votos, seguido por el ex presidente (2003-2011) Luís Inácio Lula da Silva, que recibiría el 29.3% de los votos. Los cinco candidatos restantes obtendrían en conjunto aproximadamente el 24% de los votos.
Con esta distribución de votos, sería necesaria una segunda vuelta electoral (Brasil tiene un sistema de dos vueltas cuando el ganador no consigue más del 50 por ciento de los votos) con Bolsonaro y Lula como candidatos finales. En una segunda vuelta, Bolsonaro y Lula, que representan visiones políticas opuestas de Brasil en el espectro político ideológico, obtendrían respectivamente el 42.5% y el 39.8% de los votos. Las elecciones presidenciales de 2022 en Brasil serán muy polarizadas y con resultados muy imprevisibles».