El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Nuestra comprensión mecánica de los comportamientos que conlleva el TOC es incompleta, mientras que no existen terapias para tratarlos eficazmente. Sin embargo, científicos de la Universidad de Boston (EE.UU.) acaban de descubrir una forma no invasiva y sin fármacos de reducir el comportamiento compulsivo.
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Para el estudio, publicado en la revista Nature Medicine, voluntarios sanos que mostraban un comportamiento compulsivo recibieron corrientes eléctricas débiles, indoloras y seguras a través de electrodos colocados en la cabeza durante 30 minutos, por cinco días consecutivos.
Las corrientes eléctricas se aplicaron con una tecnología denominada estimulación transcraneal de corriente alterna de alta definición, que proporciona una precisión anatómica sin precedentes y la capacidad de modificar la actividad cerebral de forma específica en función de la frecuencia.
Tras el tratamiento, los investigadores descubrieron que el comportamiento compulsivo se redujo inmediatamente después del procedimiento de cinco días y que estas mejoras se mantuvieron durante al menos tres meses.
«Los resultados sugieren que puede ser posible impedir de forma no invasiva y eléctrica la actividad cerebral y los comportamientos indeseables para ayudar a las personas que están ‘atascadas’ en un modo particular de funcionamiento, como es el caso de las obsesiones y las compulsiones», declaró el Dr. Robert Reinhart, profesor adjunto de ciencias psicológicas y del cerebro de la Universidad de Boston.
Metro habló con Shrey Grover, estudiante de posgrado de la Universidad de Boston y autor principal de la investigación, para saber más.
1 mil millones
de personas en todo el mundo experimentan un comportamiento obsesivo-compulsivo.
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Datos sobre el TOC
En todo el mundo, las tasas de prevalencia del TOC a lo largo de la vida se han estimado en un 1,5% para las mujeres y un 1,0% para los hombres, según PubMed.
La prevalencia mundial del TOC es de aproximadamente el 2% entre la población general.
El TOC fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud como una de las 10 enfermedades más incapacitantes por la pérdida de ingresos y la disminución de la calidad de vida.
ENTREVISTA
Shrey Grover
estudiante de posgrado de la Universidad de Boston
P: ¿Qué magnitud tiene el problema del comportamiento obsesivo-compulsivo?
– Los comportamientos obsesivo-compulsivos son un problema muy extendido. Se calcula que entre el 10% y el 28% de la población puede experimentar comportamientos obsesivo-compulsivos. En consecuencia, se prevé que casi mil millones de personas en todo el mundo pueden estar afectadas por estos comportamientos. Además, alrededor del 2-3% de la población experimenta estos síntomas en su forma más severa, lo que los califica para el diagnóstico clínico de trastorno obsesivo-compulsivo. Las personas que experimentan comportamientos obsesivo-compulsivos manifiestan una angustia considerable que contribuye a generar importantes costes psicológicos y sociales para ellos.
P: ¿Cómo se trata actualmente el comportamiento obsesivo-compulsivo?
– En la actualidad, la medicación y la psicoterapia constituyen la primera línea de tratamiento de las conductas obsesivo-compulsivas. Aunque estos tratamientos han tenido un éxito considerable en la mejora de dichos síntomas, no tienen éxito para todo el mundo. En algunos casos, es posible que no puedan abordar todos los síntomas. Además, los medicamentos pueden ir acompañados de efectos secundarios problemáticos. Para los casos más difíciles resistentes al tratamiento, también se están investigando tratamientos quirúrgicos como la estimulación cerebral profunda. Sin embargo, estos procedimientos conllevan riesgos significativos debido a su carácter invasivo.
P: ¿Cuál es el enfoque de su estudio?
– Utilizamos la estimulación transcraneal de corriente alterna de alta definición (HD-tACS) para cambiar los patrones de actividad en los circuitos cerebrales implicados en el procesamiento de la recompensa. Aplicamos corrientes eléctricas muy débiles en el cuero cabelludo para cambiar los patrones de actividad rítmica de alta frecuencia, identificamos la frecuencia específica de la actividad rítmica de cada individuo y aplicamos HD-tACS a la misma frecuencia en una sesión de treinta minutos cada día durante cinco días consecutivos.
P: Háblanos de los resultados.
– Entre los participantes, observamos una media del 28% de reducción de las conductas obsesivo-compulsivas al quinto día de HD-tACS, y estas conductas se mantuvieron reducidas durante al menos tres meses. Además, observamos mayores beneficios en los individuos que mostraban síntomas más graves.
El procedimiento es seguro y no invasivo. Nuestros participantes sólo informaron de efectos secundarios menores. Éstos suelen incluir ligeros picores y sensaciones de pinchazos, así como ligeras sensaciones de calor en el cuero cabelludo mientras se aplica la corriente. No observamos ningún efecto adverso en ninguno de nuestros participantes.
P: ¿Cómo podría utilizarse esta técnica?
– Creemos que nuestro protocolo de neuromodulación no invasiva puede ser prometedor para muchas condiciones clínicas como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), los trastornos por consumo de sustancias, así como para las personas que experimentan tendencias compulsivas de juego, compras o alimentación. Habrá que seguir investigando en el futuro para examinar los resultados de este procedimiento en personas que sufren estos trastornos y comparar su eficacia con la de los tratamientos existentes.
Terapias de estimulación cerebral
Estimulación cerebral profunda (ECP)
La estimulación cerebral profunda consiste en colocar dos electrodos en el cerebro y un generador de impulsos en el pecho de la persona. Esta técnica está aprobada por la FDA.
Terapia electroconvulsiva (TEC)
La terapia electroconvulsiva es un procedimiento en el que se pasan corrientes eléctricas controladas por el cerebro mientras la persona está bajo anestesia general. Suele utilizarse para tratar la depresión grave y la depresión con psicosis.
Estimulación magnética transcraneal (EMT)
Es un procedimiento que crea campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro y mejorar los síntomas de la depresión. Con la EMT, se coloca una gran bobina electromagnética en la frente de una persona y se dirigen pulsos cortos a una zona del cerebro que se cree que controla los estados de ánimo.