Hace unos días, China autorizó el uso de la quinta vacuna creada dentro de las fronteras, donde supuestamente comenzó la pandemia del coronavirus.
PUBLICIDAD
La vacuna «low cost»
Esta nueva aplicación, además de conocerse como “low cost”, por el bajo precio con el que se puede desarrollar y comercializar, cuenta con otras características que la diferencian del resto.
Esta última inyección permitida en el “Gigante asiático” contiene unidades proteicas recombinantes, para ser la primera de este tipo que se autoriza en el país.
De esta forma, sólo utiliza algunos componentes del virus para estimular una respuesta de las células inmunitarias, más precisamente la proteína RBD o “Skipe”.
De acuerdo al medio Caixin, el costo de producir este tipo de vacunas es un poco inferior al de otras.
Sin embargo, se necesita una mayor cantidad de dosis para fortalecer la respuesta inmune y conseguir una protección a 100 por ciento.
Diferencias y semejanzas de las vacunas contra el coronavirus
De acuerdo con los especialistas y autoridades, la población debe aplicarse la vacuna que esté disponible en su zona.
PUBLICIDAD
Y es que aunque las inyecciones tienen diferente efectividad, suelen contar con más beneficios que efectos secundarios, hasta los últimos reportes.
Si bien es cierto que la función de las vacunas es la misma: terminar con el coronavirus y proteger a las personas, el medio para hacerlo es diferente.
Con ARN mensajero
Por ejemplo, la vacuna desarrollada por Pfizer en colaboración con BioNTech tiene un mecanismo de acción conocido como ARN mensajero. Se basa en inocular un fragmento del ácido nucleico, que está debidamente alterado para que sea eficaz y protegido por nanopartículas lipídicas.
Conocido también como ARNm, tiene la función de llevar la información necesaria para que sean las propias células del individuo vacunado las que produzcan la proteína de la espícula S del virus.
Una vez que se produce, la proteína es la que actúa de antígeno para inducir la formación de anticuerpos bloqueantes. Como el ARN mensajero es muy inestable se deben mantener a bajas temperaturas.
La aplicación de Pfizer tiene una efectividad de 95 por ciento y se debe aplicar en dos dosis.
La inoculación de Moderna también se distingue por tener el ARN mensajero, pero ésta cuenta hasta con una efectividad de 94.1 por ciento.
También se deben vacunar dos dosis para que logre los efectos deseados.
Con adenovirus
Mientras tanto, la inyección de AstraZeneca funciona a través de adenovirus, que es un virus que se modifica para que batalle con el SARS-CoV-2 cuando se presente en el organismo.
En otras palabras, utiliza un vector, productor de catarros leves, al que se le ha quitado su genoma y se le ha sustituido por otro en el que va incluido el gen que codifica la espícula S del coronavirus.
Los expertos sostienen que es muy segura, ya que el adenovirus no es replicativo, y como consecuencia no causa ningún conflicto en la persona vacunada.
Dicho proyecto cuenta con una efectividad de 70 por ciento y su aplicación es un par de dosis.
El material desarrollado por Cansino también posee un mecanismo de adenovirus y tiene una efectividad de 67 por ciento.
Pero a diferencia de las anteriores sólo necesita una dosis para cometer su objetivo.
Héctor Carrasco, director de Salud Pública en Tennessee e integrante del Comando Operativo COVID-19 en Colima, sostuvo que la vacuna de Sinovac tiene demostrada una efectividad de 91 por ciento realizada en dos dosis.
Mientras tanto, la rusa Sputnik V también tiene la forma clásica del adenovirus y alcanza una efectividad de 91 por ciento. Se debe aplicar en un par de dosis para garantizar la inmunidad deseada.
Problemas de la vacuna de AztraZeneca en Europa
Respecto a los efectos secundarios que pueden presentar las inyecciones existen similitudes, como molestia en el sitio de la aplicación, fiebre, dolor de cabeza y fatiga.
De hecho, la vacuna de AstraZeneca tiene problemas en Europa, donde fue prohibida en algunos países donde las personas vacunadas presentaron coágulos.
Sin embargo, la Agencia Europea de Medicamentos consideró que “beneficia y protege” a los ciudadanos y no está asociada con el aumento de casos de trombosis.
