Siguen las malas noticias para el presidente Donald Trump. Luego del recuento de votos en Georgia por el estrecho margen de diferencia entre el mandatario y Joe Biden, los resultados en este estado también favorecen al demócrata.
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Aunque desde el fin de semana pasado se decretó al exvicepresidente de Barack Obama como el virtual ganador de las elecciones de Estados Unidos, el magnate sigue sin reconocer su caída.
Si bien Joe Biden ya había conseguido los 270 votos del Colegio Electoral, suficientes para llegar a la Casa Blanca, aún faltaba que se terminarán de contar de manera oficial las papeletas de Georgia y Carolina del Norte.
Georgia, otro duro golpe para Trump
El triunfo del demócrata en Georgia es otro duro golpe para Donald Trump. Además de ser apenas el quinto presidente que pierde las votaciones de reelección desde 1900, este estado era tradicionalmente de los republicanos.
Basta decir que no había una victoria demócrata en esta región desde 1992, cuando encabezó las elecciones Bill Clinton. Por si fuera poco, entre 1972 y 2016, Georgia sólo fue ganada por la izquierda en tres ocasiones.
Más datos. Biden se hizo con cinco estados que habían apoyado al magnate hace cuatro años: Arizona, Michigan, Pensilvania, Wisconsin y el citado Georgia.
Sin embargo, las leyes de este último estado sostienen que deberán volver a contarse los votos cuando el margen de diferencia sea inferior a 0.5 por ciento; en este caso, Biden mantiene una ventaja sobre Trump, tras escrutarse 99% de los sufragios, de 14 mil votos, lo que supone 0.3% del total, por lo que habrá un nuevo conteo.
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De esta forma, la contienda presidencial se carga aún más de color azul. El demócrata suma 306 votos por 232 para el aún mandatario.
A pesar de estas cifras, el empresario continúa con el discurso de no reconocer la derrota en las elecciones, y reclama “un fraude electoral”, aunque sin presentar pruebas contundentes.
Es más, Rudy Giuliani, abogado de la campaña de Donald Trump, sostuvo durante una hora y media distintos frentes legales que buscarán revertir una elección que parece se les ha escapado de las manos.
