El tiempo vuela, las campañas se hacen adultas y a los candidatos cada vez les queda menos tiempo para ganar adeptos y convencer a los indecisos de cara a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.
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Son poco menos de tres semanas las que faltan para que se llegue a la fecha crucial en la que los estadounidenses decidirán su destino.
Trump o Biden
Las opciones son dos: darle el respaldo a Donald Trump para que tenga otros cuatro años en el poder o buscar un relevo con Joe Biden.
Hasta ahora, la mayoría de las encuestas favorecen al demócrata, que se ha hecho fuerte con el correr de la carrera presidencial.
El presidente, a la baja
La criticada estrategia de Trump para enfrentar al COVID-19, las más de 215 mil defunciones y 7.85 millones de positivo del virus; el propio contagio del mandatario, la violencia contra los afroamericanos y sus actitudes e interrupciones en el debate son sólo algunos de puntos que han golpeado al mandatario.
Por si fuera poco, su polémico regreso a las actividades sin pasar ni cuatro días internado o los 14 días de cuarentena siguen haciendo controversial los últimos días del empresario.
Por otro lado, Biden se ha puesto el traje de sobriedad. Al mostrarse como una buena alternativa, desde el debate y después del contagio de Trump, sus bonos han subido. Pero eso no es todo. El demócrata se encuentra arriba en estados clave.
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Biden encabeza estados clave
El portal Político realizó un análisis en el que el candidato demócrata se encuentra en amplias posibilidades de alcanzar el número mágico para ocupar la silla de la Casa Blanca. La cifra que necesitan Biden o Trump para ganar la elección es de 270.
Y es que el sistema de votos electorales de Estados Unidos da una cantidad fija de sufragios a cada estado (depende de la población de la entidad), y el candidato que llegue a los 270 tomará la presidencia.
Hasta ahora, Biden tiene una ventaja de 10 puntos en todo el territorio estadounidense sobre Trump, según el seguimiento de varias encuestas.
Pero llevarse el voto popular no significa que se impondrá en la elección del 3 de noviembre. El mejor ejemplo es Hillary Clinton, quien superó a Donald Trump por 2.87 millones de sufragios, pero no se hizo con más votos electorales.
Es por esa razón que la clave no es ganar por mayoría de sufragios, sino triunfar donde los votos valen.
Según el análisis de Político, el portal más leído en temas electorales en Estados Unidos, la diferencia entre Clinton y Biden es que el vicepresidente de Barack Obama tiene ventaja en los tres estados de los Grandes Lagos: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Sólo el último aporta 11 votos electorales que pueden ser vitales a la hora final.
Las opciones de Trump
Sin embargo, no todo está perdido para el mandatario, pues aún puede inclinar la balanza en los estados que se encuentran como empate técnico: Nebraska, Iowa, Arizona, Carolina del Norte y Florida.
Además, Trump tendría que dar la vuelta en algunas entidades donde las encuestas no lo favorecen, aunque esto ya lo consiguió hace cuatro años.
El mandatario se enfoca en ser el centro de atención con polémicas incluidas y mostrar seguridad y confianza a sus seguidores e indecisos, algo que conoce, maneja bien y ya le funcionó en el pasado.
