Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

OMG! En estos  tiempos de reivindicación racial y cultural en Bolivia, varias mujeres muestran que se puede conquistarlo todo. Incluso las montañas.

Luz Lancheros, MWN

PUBLICIDAD

Viven en las alturas, entre la inmensidad majestuosa de montañas como la Illimani (6.439 m) o el Mururata (5.871 m). Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

Han nacido entre ellas. Y ahora las han conquistado.

Ellas son las “Cholitas Escaladoras”, un grupo de aguerridas mujeres de la etnia aymara y quechua, que escalan con polleras las formaciones más difíciles.

De esta manera, prueban que las mujeres pueden tener una voz y hacer lo que se propongan.

Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

Y también, reivindicar una identidad por años silenciada. 

Hay mujeres jóvenes y mayores. También madres e hijas, como Ana Lía Gonzáles Magueño (Liita) y su madre Dora, quienes aparecieron en la película de 2019 “Cholitas”, del español Jaime Murciego.

PUBLICIDAD

Esta narra su sacrificado ascenso al Aconcagua.

Ambas, además, tienen el grupo de guía turística y de escaladoras “Cholitas Escaladoras-Maya”.

Liita tiene un padre guía de alta montaña y una madre que cocinaba para los expedicionarios, y tuvo el sueño de conquistar las alturas.

Hacía largas caminatas para sembrar papa y, a través de su madre, quien también anhelaba conquistar las cimas de su país, se le dio la oportunidad. 

“Siempre me lo imaginaba, y al hacerlo la primera vez fue muy duro. Me costó, pero las demás mujeres me daban fortaleza”, le cuenta Liita a Metro. 

Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

“Yo miraba la nevada desde que era pequeña, pero pensaba que no iba a subir. Hasta que vi a una señora mucho mayor que yo y dije, ¿por qué yo no?».

» Y me animé. Así que le dije a Liita y me decían que no iba a poder. Fue un poquito sacrificado la primera vez, porque no teníamos el equipo que se requiere para hacerlo.»

<p><em><strong>“No dejamos nuestra pollera. Es una forma de reivindicarnos y de romper esquemas.  Y de mostrar que antes éramos discriminadas y opacadas, ahora ya no. Las cholitas somos capaces de ser profesionales, practicar cualquier deporte y estudiar” </strong></em></p>

—  Ana Lía Gonzáles, “Liita”. 

» Muchas cosas fueron prestadas.»

«Siempre pensaba sobre qué se sentía estar en lo más alto. La primera vez no lo disfruté, pero luego quise volver”.

Esto le cuenta a Metro Dora Magueño, quien ha sido cocinera por 25 años y ya ha conquistado siete montañas.

Escalando con pollera

Elegantísimas con sus ponchos y polleras, lo primero que cualquiera piensa es cómo escalar con un atuendo tan elaborado.

“No dejamos nuestra pollera. Es una forma de reivindicarnos y de romper esquemas.»

«Y de mostrar que antes éramos discriminadas y opacadas, ahora ya no. Las cholitas somos capaces de ser profesionales, practicar cualquier deporte y estudiar.»

Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

«Al acompañar a mi padre, al comienzo me sentía bien intimidada. Soñaba ser como mi papá y recibía críticas por hacerlo.»

«Pero he continuado y no me importa lo que digan,  porque nos decían que era peligroso subir con la pollera, pero con el tiempo he adquirido doble técnica, manejar la pollera y técnicas para escalar”.

Esto narra entre risas, Liita, quien es la primera mujer de su familia en ser profesional.

Es maestra y se graduó en Turismo y, además, tiene certificaciones en cursos de guía y salvamento en alta montaña.

Por su parte, Dora afirma que quiere mostrar que tampoco hay límites de edad: “Suelo ser discriminada por mi edad. Pero yo demuestro, con lo que hago, que esto no tiene importancia. Y así acallo a estas voces”, explica.

El atuendo lo complementan con el equipo adecuado que han ido consiguiendo desde que ellas y otras 10 mujeres comenzaron a escalar juntas en 2015. Aprendieron cómo mejorar el equipo en función del atuendo y viceversa.

Así, se hicieron menos dependientes de los guías. Y, luego de conquistar importantes montañas en su país, quisieron ir al Aconcagua, que tiene 6.961 metros de altura.

Ahí llegó la oportunidad de hacer la película y así, tuvieron financiamiento (todo lo consiguen ellas) para escalar una montaña tan difícil. De hecho, en la película solo llegan a la cima Liita y Elena Quishpe, ya que a las mujeres mayores les podía dar embolia pulmonar. 

Por esta razón, Liita tuvo que despedirse de su madre y su tía. Y el ascenso fue duro y asustador: “Llegué llorando. Me sentí triste, porque sola, llegué. Pero mi mamá me dio un empujón. Me dijo: ‘tienes que ir por todas’. Y sí: queremos escalar más montañas. Queremos crear una fundación y ayudar a más mujeres a cumplir sus sueños, para mostrar que podemos llegar más lejos. No hay edad, ni género. También hacer un aporte en lo medioambiental”, narra Liita.

Cholitas Escaladoras: poder femenino e identidad desde las alturas

Liita y Dora, con sus polleras, y como el resto de grupos de Cholitas Escaladoras que surgieron luego de la película, tienen entrenamiento de atletas: les ayuda que viven a 4.200 metros sobre el nivel del mar, pero corren, hacen caminatas, siembran papa y hacen albañilería. Algunas incluso juegan fútbol. Y desde 2016 hacen tours, que cuestan hasta 86 dólares, dependiendo de la montaña y la dificultad. 

“Yo quiero guiar y poner en práctica todo lo que he aprendido. Luego de la película, muchas de nosotras hemos tomado rumbos diferentes, pero nos reuniremos para hacer algo grande. Y es importante que muchas más mujeres se animen a hacerlo”, explica Liita con propiedad y orgullo. Ese que solo se adquiere cuando se han conquistado las más altas cimas de América. Y el Everest y otras alturas siguen siendo parte de sus sueños. 

Las cholitas y sus proyectos

Hay otros grupos de Cholitas Escaladoras. Uno de ellos lo comanda Elena Quishpe, quien también apareció en la película. En su grupo hay desde jóvenes de 13 años hasta de mujeres de 50.

“Salimos cada fin de semana. No tenemos miedo a las montañas y queremos salir adelante, con varios proyectos. Nos preparamos constantemente para escalar”, le contó a Metro luego de jugar un partido de fútbol con las mujeres de su grupo, como preparación para ascender al Mururata. Y no dejamos nuestra polleras porque así mostramos nuestra cultura y siempre la queremos mostrar”, expresa. 

Este ascenso se hizo en compañía de la líder política y diseñadora de moda Eliana Paco, quien con ellas busca reactivar el turismo en su país, tan golpeado por la pandemia.

“Ellas desean formar una escuela, empoderar a las mujeres y dar seguridad a los turistas que les acompañen. Queremos reactivar el turismo con nuestras Cholitas Escaladoras. Asimismo, la escuela también tiene el objetivo para hablar de la importancia de nuestra identidad, la riqueza de nuestra cultura y como mujeres, se han preparado para mostrarlo”, le cuenta Paco a Metro. 

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último