Si algo caracterizó a María Félix fue su buen gusto y estilo, la artista mexicana decoró sus lujosas casas con piezas de colección valoradas en miles de dólares
María Félix fue una actriz mexicana que alcanzó la fama mundial bajo el apodo de “La Doña”. Fue protagonista de 47 películas que la posicionaron como una de las mejores actrices de México en la época. María tuvo gran cantidad de pretendientes que intentaron ganarse su corazón. Su gran talento, la historia de sus cuatro matrimonios y su inigualable temple hicieron de la actriz una persona inolvidable en la historia del cine.
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La personalidad de María Félix se vio reflejada en cada una de las casas que habitó. El buen gusto, el lujo y las piezas de colección fueron protagonistas de los espacios de la famosa actriz. En vida permitió que diferentes medios de comunicación visitaran sus casas, incluso dejando ver hasta los espacios más personales de sus hogares.
Te mostramos las casas que habitó la inolvidable actriz mexicana
La casa de Hegel 610, Polanco, México
La mansión se construyó en 1956, en los inicios del matrimonio de María Felix con el francés Alexander Berger, quien también fue conocido por su conocimiento de obras de arte, que le transmitió a La Doña. El arquitecto Mario Pani fue el encargado de construir la imponente mansión (aunque esa información nunca fue confirmada), sobre un terreno de más de 400 metros cuadrados. Sin embargo algo inolvidable de la casa era la decoración elegida por “La Doña”, lo que la hizo lujosa y sobre todo única.
En el baño, la tina era una pieza antigua en forma de concha de mármol de carrara. Además de los grifos y piletas de oro junto a piezas de porcelana que decoraban el lugar.
En cuanto a la sala, la misma actriz describió todas las pinturas de ella misma, hecha por diferentes artistas, “Cuadros de María en ésta y en aquella otra pared. María pintada por Leonora Carrington en un tríptico milagroso. María amazona y María con una serpiente enrollada al brazo izquierdo por Leonor Fini. Con un corazón de llamas ardiendo según Sofía Bassi. Una madre mexicana enrebozada (Diego Rivera 1948) amamanta a su hijo en la pared principal de la sala ¿también María?… y un poco más allá, en el comedor provenzal, los pinceles de 1964 de Lepri transformaron a María en ave, en mariposa, en pistilo vegetal que se asoma a un jardín alucinante”, publicado por el periodista mexicano Vicente Leñero en los años 60.
Luego de la muerte de María Félix en 2002, la casa fue heredada por el asistente de la actriz, Luis Martínez de Anda, quien lo vendió en 2012. Tiempo después fue demolida y en el terreno fue construido un desarrollo de departamentos.
Los objetos de La Doña y las piezas de arte fueron subastadas en 2007 por la casa Christie’s por 7.3 millones de dólares. En la que se incluían ropa, joyas, piezas de colección, cuadros, muebles, entre otras pertenencias.
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La Casa de las Tortugas, Cuernavaca. El espacio de descanso de María Félix
La casa ubicada en Las Tortugas era netamente de descanso. Coincide en la época con el matrimonio de María con el pintor ruso Antoine Tzapoff.
El estilo de la construcción fue inspirado al estilo de las villas italianas, con tres plantas y una terraza central con vista a un espectacular jardín.
En la decoración de la casa se pueden ver muchas figuras de animales haciéndole justicia a su nombre, como la tortuga que tiene en la entrada trabajada en piedra de cantera. En el interior también destacaban alfombras persas, candiles de baccarat e figuras de plata por todos lados. “Tengo la enfermedad de la plata”, dijo la actriz en una entrevista.
El departamento en la Plaza Winston Churchill, París
En la década de los años 60, “La Doña” pasaba seis meses en Polanco y el resto del año en el departamento de París comprado por su esposo de ese momento Alex Berger. La ubicación del inmueble era de ensueño, ubicado en medio del Sena y del Arco del Triunfo. El majestuoso lugar lleno de obras de arte, la diva María Félix lo presentó como un lugar no terminado: “yo nunca termino mis apartamentos, siempre estoy haciendo algo”.
María Félix comentó que el departamento estuvo decorado al estilo Napoleón III, pero después de la remodelaciones y los cambios que ella le hizo, lo decoró a la Luis XV. “Aquí en París todo es fácil, vas y buscas las antigüedades y las encuentras. Si tienes un poco de billete y un poco de gusto, se arregla”. La propiedad fue finalmente vendida en 1998.
Con información de AD Magazine
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