En honor a Mario Moreno, seleccionamos las mejores cinco películas de Cantiflas que si no has visto debes empezar a ver.
Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes era el nombre completo del queridísimo Mario Moreno, también apodado Cantinflas. Antes de iniciar su vida artística exploró un sinfín de carreras como bolero, mandadero, taxista, cartero, boxeador, mimo y torero.
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El personaje de Cantinflas marcó la Época de Oro del cine mexicano y la historia del cine hasta la actualidad. El carismático personaje se ganó el corazón de México y varios países del mundo. Algo muy lindo en la historia de Mario Moreno es el reconocimiento del famoso actor británico Charles Chaplin, quien dijo “¡Es el mejor comediante del mundo!” después de ver una película de Cantinflas.
El personaje de Cantinflas representa al pueblo, las situaciones cotidianas, apropiando sus mañas lingüísticas y adaptándolas a un lenguaje propio. “Su lenguaje enredoso expresaba elocuentemente las contradicciones de la modernidad como ‘el momento palpitante de todo lo que quiere ser y no puede’. De igual forma ‘las jerarquías sociales’, los patrones del lenguaje, las identidades étnicas, y las formas masculinas de comportamiento, todos cayeron ante su humor caótico para ser reformuladas en nuevas formas revolucionarias”, mencionó Jeffrey M. Pilcher, estudiante de cultura mexicana. Con los años el personaje se convirtió en una de las figuras más importantes de la comedia en México.
Gracias al representante Jacques Gelman, Cantinflas llega al cine. Desarrollarse en el séptimo arte hizo que pudiera desarrollar sus sátiras sociales y políticas con cintas como “El gendarme desconocido” (1941), “El mago” (1949), “Si yo fuera diputado”… (1952) y “Sube y baja” (1958).
“El Charles Chaplin mexicano”, como muchos lo llamaban falleció el 20 de abril de 1993, a causa de cáncer de pulmón.
En honor a una de las grandes leyendas del cine mexicano, recordamos las mejores cinco películas de Cantinflas
Ahí está el detalle (1940)
Esta fue la tercera película en la trayectoria de Mario Moreno, debutando a Cantinflas como el personaje principal. El largometraje fue dirigido por Juan Bustillo Oro y coprotagonizada por Joaquín Pardavé, Sara García, Sofía Álvarez y Manuel Noriega.
El asesinato de un perro y la aparición de un gánster desencadenan un embrollo enorme entre los personajes y Cantinflas. Después de esta película se puso de moda el gorrito y el pañuelo en el cuello gracias al personaje.
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El bolero de Raquel (1956) la primera película a color de Cantinflas
Fue dirigida por Miguel M. Delgado y fotografiada por Gabriel Figueroa.
Cantinflas se hace cargo del hijo de un amigo, recién fallecido. Al necesitar más dinero para mantener al niño, busca como progresar y decide volver a estudiar en la escuela, donde conocerá a Raquel una atractiva maestra del colegio del niño huérfano.
La inolvidable escena en la que Moreno baila en un escenario el bolero de Maurice Ravel, el juego de palabras que le dio nacimiento al nombre de la película, El bolero de Raquel.
La vuelta al mundo en ochenta días (1956)
En el mismo año de «El bolero de Raquel», Mario Moreno dejó a un lado el personaje de Cantinflas y se preparó para interpretar en la adaptación de la novela “La vuelta al mundo en ochenta días”, al mayordomo Phileas Fogg, un hombre inglés que ha apostado con sus compañeros que podría dar una vuelta al mundo en 80 días.
La producción fue dirigida por Michael Anderson y protagonizada por David Niven. Además fue ganadora de cinco premios Oscar, incluyendo Mejor Película. Luego de este éxito le ofrecieron grandes oportunidades en Estados Unidos pero se negó por la barrera del idioma. En 1956, Cantinflas se convirtió en el primer mexicano en ganar el Globo de Oro a Mejor Actor en una comedia. Reseñó Gato Pardo.
Su excelencia (1967)
Esta película ronda los terrenos políticos en la Guerra Fría. Moreno hacía el papel del canciller, que tras una serie de golpes de estado, termina siendo presidente de la pequeña República de Cocos. La cinta, una de las primeras en las que Moreno se ubicaba dentro del poder y no fuera de él, en un ejercicio similar a lo que Chaplin consiguió en El gran dictador, destacó gracias a su habilidad para criticar un sistema que aparentemente entraba en el proceso de desaparecer.
El patrullero 777 (1978)
Fue la penúltima película antes de retirarse. Mario Moreno volvería a uno de sus personajes más reconocidos: el del oficial 777, anteriormente visto en El gendarme desconocido y El bombero atómico. En la cinta, el actor interpretaba a Diógenes, un policía capitalino dispuesto a cumplir con todas las misiones pero sin hacer su trabajo.
El filme, dirigido por Miguel M. Delgado y escrito por el propio Mario Moreno, ofrece un panorama de los problemas que se estaban suscitando en la capital mexicana durante el mandato de Arturo “El negro” Durazo. En esta película, Cantinflas quería suavizar la percepción que tenía la sociedad de los policía.
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