Verónica Castro inició su carrera frente a las pantallas de televisión en la década de los ochenta, una época dorada para la televisión mexicana. Alcanzó el reconocimiento como la reina de los shows o reality en el horario estelar, pero su llegada al mundo de las telenovelas marcó un antes y después en su carrera.
La entonces joven, quien se había convertido en uno de los rostros más cotizados en México, llegaba a protagonizar uno de los más recordados clásicos: «Los ricos también lloran». No pocos consideran que el personaje de Mariana Villarreal sentó las bases de una sólida carrera para la también cantante.
Tarde a tarde los televidentes siguieron la historia de amor y engaño de Mariana y Luis Alberto, el joven adinerado que se propone enamorar a la humilde muchacha solo por diversión, sin contar que en realidad se transformaría en su real amor. La novela despegó la carrera de Castro quien comenzó a ser llamada para variados proyectos en la pantalla.
No pasó mucho tiempo para que la actriz protagonizara otro de los dramáticos más vistos en la televisión mexicana: «El derecho de nacer». María Elena del Junco fue otro sufrido personaje que debió luchar por su amor y recuperar a su hijo perdido, el cual le fu despojado por su padre, Rafael del Junco, interpretado por Ignacio López Tarso.
Todos recordarán la escena más comentada de esta superproducción que ha tenido varios remakes en los últimos años. Ocurre entre la protagonista y su enojado padre, quien le reclama aquel embarazo deshonroso. Ella, entre lágrimas, recibe insultos pero también una cachetada que la lleva directo al suelo.
Verónica Castro se ganó la admiración del público y el título que ha mantenido con los años, la reina de las telenovelas. Otra de sus interpretaciones más elogiadas ocurrió en Rosa salvaje, donde vio vida a Rosa García, una joven humilde que debe lidia con las burlas y las humillaciones por sus toscos modales y sus orígenes humildes.
Protagonizó junto a Guillermo Capetillo, quien hacía el personaje de Ricardo Linares. La actriz consolidaba así su carrera con una de las historias más vistas en la televisión mexicana y de la cual se han realizado versiones exitosas como «Gata salvaje», con las estrellas Marlene Favela y Mario Cimarro.
«Pueblo chico, infierno grande» fue una de las novelas más seguidas en la década de los 90. Castro interpretó a Leonarda Ruán, una mujer madura que sostiene un apasionado romance con Genaro, un trabajador de campo mucho más joven. La trama provocó controversia sobre la diferencia de edades en una pareja, lo que lo convirtió en uno de los personajes más comentados de «La Vero».