¿Necesitamos escapar de nuestra realidad cotidiana para poder conectarnos con la televisión? Espectáculos como «Juego de Tronos» tuvieron éxito al llevar a los espectadores a un mundo completamente nuevo, mientras que el uso de la palabra «realidad» parece igual de descabellado en relación con lo que realmente experimentamos. El sorprendente éxito de AMC «Lodge 49» elige el enfoque opuesto, mostrando representaciones mucho más relatables de gente normal que trata de hacer lo mejor en tiempos difíciles. El programa regresó el 12 de agosto con su segunda temporada.
En el centro del show está la relación entre Sean «Dud» Dudley, interpretado con el contagioso encanto de Wyatt Russell, y su hermana Liz, interpretada por Sonya Cassidy. Los hermanos Dudley tienen un vínculo estrecho pero una dinámica muy desigual. Después de la muerte de su padre y el colapso del negocio familiar de limpieza de piscinas y suministros, depende de Liz mantener unido lo que queda de la familia después de que Dud se quede emocionalmente a la deriva.
Eso no quiere decir que Dud sea una causa perdida. Después de una serie de coincidencias, el vago de playa espiritualmente estancado se encuentra caminando por los pasillos de la orden fraternal conocida como The Lynx y finalmente uniéndose como miembro de su base local, Lodge 49, en su ciudad natal de Long Beach, California. Convertirse en hermano de esta sociedad le da a Dud un nuevo sentido de propósito pero, desafortunadamente para Liz, deja a su hermana al frente de los gastos de esta nueva y más alta misión.
La belleza del programa es cómo aborda las silenciosas luchas con las que se enfrentan los estadounidenses de todos los días en esta era moderna. Aunque no hay líneas de batalla reales entre el bien y el mal para el futuro del planeta, el programa entiende por qué la deuda financiera paralizante es un miedo más creíble que el de los dragones que respiran fuego.
Según Cassidy, se enamoró de cómo el creador del programa, Jim Gavin, podía entrelazar risas con sus guiones que parecían arraigados en la vida real.
«No había leído nada parecido antes», dice la actriz británica. «No sólo me encantó el programa y lo único y sorprendente que fue, sino que me di cuenta de que no había leído nada antes, en términos de un guión de televisión, que en el espacio de una escena podía pasar de reír de verdad a (estar) profundamente conmovido. Creo que la forma en que Jim crea esos personajes y esas escenas es algo muy especial».
Cassidy siente que la historia que Gavin espera contar es un soplo de aire fresco para los espectadores.
«Se siente como un espectáculo muy humano», explica. «Que, en un mundo de televisión que me encanta, hay mucha sangre, mucha muerte, mucho sexo y mucha violencia. Todos lo disfrutamos, pero lo que me gusta mucho de nuestro programa es que no se siente como un trabajo duro, pero al mismo tiempo es totalmente atractivo y misterioso y mágico. Esa es una de las formas en que describiría el programa: Es un lodge para personas. Pueden sentarse en su sofá y sentir que son parte de este mundo mágico y mundano con nosotros».
Y así, para bien o para mal, es como la mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas. Los buenos tiempos pueden ser fugaces y la amenaza de un vuelco de nuestras comodidades básicas siempre acecha a la vuelta de la esquina, dado lo difícil que es sobrevivir, semana a semana.
«No sé si hay mucha gente en esa parte media de la sociedad que no sabe lo que es, en algún momento, preocuparse por mantener un techo sobre sus cabezas, especialmente si tiene hijos o dependientes», dice Cassidy. «Es una preocupación diaria muy real para mucha gente que no creo que se cubra mucho en la televisión. Cuanto más miro, o bien cubre historias de la clase trabajadora o historias de gente con mucho dinero, con problemas. Hay una especie de emoción y drama en eso, pero no conecto con eso. Tengo que decir que me aburro un poco»