Adrián “Titán” González destacó por más de 10 temporada en la MLB.
PUBLICIDAD
Su talento lo convirtió en uno de los jugadores mexicanos con mejor desempeño en Grandes Ligas, siendo parte de equipos como los Padres de San Diego, Dodgers de Los Ángeles y Mets de Nueva York, entre otros.
El “Titán” disputó poco más de dos mil encuentros en la liga estadounidense, por lo que su calidad está más que comprobada.
«Titán» González y el sueño de ganar una medalla olímpica
Ahora, Adrián enfrentará un reto más en su carrera, liderando a la Selección Mexicana de Béisbol en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El retiro está muy cerca. De hecho, González tiene claro que esta será su última competencia profesional, por lo que en su cabeza sólo esta poder cosechar una presea.
Para mantenerse activo, González tomó la decisión de jugar en la Liga Mexicana la última temporada, con miras a disputar la justa veraniega.
“Estoy muy agradecido con todo lo que me ha dado esta carrera, pero también hay que dedicarle tiempo a la familia, quiero estar con mi esposa y mis niñas, esta es mi última temporada, ojalá la podamos cerrar con una medalla de oro y el campeonato.
Justificado su llamado a la Selección
PUBLICIDAD
El entrenador de la Selección Mexicana de béisbol, Benjamín Gil, justificó el llamado de Adrián al Tricolor, luego de que se cuestionó su integración al equipo.
Y es que, con 39 años, González disputará la justa veraniega, aunque su estado físico ha demostrado que la edad sólo es un número.
“No es por ser el entrenador de Mariachis y de la selección, conozco de béisbol. En la actualidad Adrián es el mejor primera base de México. Batea casi 400, está dentro de los primeros en producidas, vino a ganarse el lugar y hasta hoy lo ha logrado”.
México debutará en los Juegos Olímpicos ante República Dominica, uno de los rivales más complejos en el certamen. Mientras que 24 horas después se verá las caras ante Japón, el equipo local.
La eliminatoria del Tricolor no será sencilla, pero contará con la experiencia del “Titán”, quien buscará despedirse del profesionalismo con una medalla de oro colgada del cuello.