Ronda Rousey se convirtió en una de las atletas más completas en Estados Unidos. Dominó a placer la UFC e hizo lo propio en el cuadrilátero de WWE.
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Sin embargo, la estadounidense decidió tomar un descanso en su carrera, para arrancar una nueva etapa, en la que se enfocó a ser mamá.
El antes y después de las mujeres en las artes marciales mixtas se tiene que contar a partir de sus hazañas en el octágono.
Ronda Rousey, la leyenda del cuadrilátero y octágono
La originaria de California marcó pauta en un deporte que sólo estaba contemplado para hombres. Incluso, la incorporación de las féminas fue cuestionada, hasta que aparecieron campeonas como Ronda.
Competir y además ganar fue parte de su vocabulario a muy temprana edad; incluso, a los 11 años inició su carrera en los deportes de contacto.
El judo fue la primera ventana que se le abrió, gracias a que su madre era judoca, quien fue su mayor influencia.
La constancia le trajo frutos y, para 2004, Ronda participó en los Juegos Olímpicos de Atenas, a los que arribó con tan sólo 17 años.
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Esto la convirtió en la judoca más joven en participar en la historia de la justa veraniega.
Sin embargo, la juventud le cobró factura y en la primera ronda fue eliminada del certamen, pero en su mente estaba puesta la palabra revancha.
Cuatro años más tarde, Rousey tuvo su revancha en Beijing 2008, en donde se convirtió en la primera mujer estadounidense en ganar una medalla en su disciplina, ya que obtuvo el bronce.
Para 2010 las artes marciales mixtas aparecieron en su camino, un deporte que le cambió la vida y que la catapultó a ser una atleta de talla mundial.
En su debut en el octágono enfrentó a Ediane Gomes; de hecho, fue donde apareció por primera vez su llave de sumisión, que años más tarde la llevó a probar la gloria.
En 2012, venció a Miesha Tate, para convertirse en la campeona de Strikeforce.
Los directivos de la UFC quedaron maravillados con su estilo, por tal motivo se convirtió en la primera mujer en firmar un contrato con la empresa.
Conquistó WWE
Para 2018, la WWE anunció su llegada al roster, tras caer en el octágono ante Holly Holm y Amanda Nunes.
Rousey tomó la decisión de cambiar de deporte, pues los años habían cobrado factura en las artes marciales mixtas.
«Rowdy» llegó en plan grande a la empresa de Vince McMahon y se convirtió en campeona de la división femenil, con una forma física impresionante que puso en jaque a las superestrellas de la compañía.
Su paso por WWE fue destacado, derrotando a rivales del calibre de Charlotte Flair, Becky Lynch y Sasha Banks, quienes habían destacado en la última época.
Luego de 231 días con el título, Ronda cayó ante Lynch, por lo que su reinado se quedó cerca de ser el más longevo.
Su paso por WWE le dejó buenos dividendos a Ronda, quien tuvo un salario de 1.5 millones de dólares al año, por tal motivo tomó la decisión de tomarse un respiro y formar una familia.
“Me encanta la WWE, lo pasé muy bien, amo a todas las chicas en el vestuario. Demonios, sí, salir allí y tener peleas falsas por diversión es lo mejor, amo la coreografía, me encanta actuar, me encanta el teatro y esa es una de las últimas formas de teatro en vivo y fue muy divertido. Si alguna vez vuelvo, nunca más estaré tiempo completo. Pienso por periodos.
Hace algunos días, Ronda Rousey reveló el sexo de su bebé, por lo que tendrá una niña en compañía de Travis Browne.
