Jeff Hardy tiene un lugar especial en la historia de la WWE, en gran medida porque es uno de los luchadores más destacados en el estilo aéreo.
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Junto a su hermano, Matt Hardy, hicieron una de las duplas más destacadas en la década de los años 90.
Su estilo rebelde e irreverente llamó la atención de los fanáticos, por lo que pronto se ganaron un lugar entre los estetas más queridos por los fans.
En 2011, cuando su carrera estaba en buen momento, Hardy fue despedido por los altos mandos de la empresa estadounidense, ya que el esteta cayó en un bache con las adicciones.
Lo pesado de la industria empezó a mermar a Jeff, quien encontró en las drogas un aliado para mantenerse a un alto nivel.
Jeff Hardy, el luchador que se sobrepuso a sus problemas
Sin embargo, involucrarse con los estupefacientes fue el peor error de su vida, ya que lo llevó a caer a los más bajo en su carrera profesional.
“Tenía 21 años, nunca había bebido ni una cerveza, fue cuando todo empezó a volverse loco, fue sobre los 22, cuando empecé a tomar GHB y cuando lo haces ya no hay vuelta atrás.
Incluso, los aficionados recuerdan mucho una lucha de Jeff, cuando pertenecía a la empresa TNA.
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El esteta tuvo la oportunidad de protagonizar la función estelar, en donde enfrentaría a Sting, una leyenda de la lucha libre estadounidense.
Pero Jeff estaba pasando su peor momento, por lo que ingresó drogado al ring y echó a perder lo que pudo ser uno de los mejores combates en la historia de TNA.
“En 2011, con Sting, estaba tomando Somas, y anda por ahí todo jodido y, hombre, ni siquiera podía luchar. ¡Por primera vez en mi vida no podía luchar! Es la cosa más tonta que he hecho. Ni siquiera podía luchar con mi ídolo Sting. Él hizo lo correcto cuando me apagó y me cubrió en el acto. Fue realmente una revelación para mí. Lo que hizo Sting fue lo mejor que pudo hacerme para que reflexionara, y poder levantar mi trasero y enderezarme.
Problemas con el alcohol
Los estupefacientes no fueron el único problema al que Jeff se enfrentó; de hecho, en 2019 fue arrestado por conducir en estado de ebriedad.
Sin embargo, WWE no lo dejó solo; al contrario, vieron por él y lo ayudaron a rehabilitarse, ya que lo consideran una de las leyendas vivientes de la empresa.
Incluso, Hardy está agradecido con Vince McMahon, pues le ha brindado la confianza que hoy lo tiene dando lo mejor de si en los cuadriláteros.
“Aún tengo problemas legales, una nube negra. No he sido condenado por mi arresto del 3 de octubre de 2019. El día previo, llamé a WWE y les dije: ‘Necesito ayuda. Necesito tratamiento. Hay algo mal en mí con el alcohol’. Aprendí mucho en la terapia. Cosas pequeñas, como pensar en un solo día, no beber, no consumir drogas y llamar a mi tutor todos los días y hablar con otro alcohólico.
