La carrera futbolística de Guillermo Ochoa ha sido un sube y baja de emociones.
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Desde sus inicios en el Club América, el guardameta mostró cualidades poco vistas para un jugador mexicano.
Y es que, bajo los tres postes, la seguridad, temple y acrobacia del mexicano lo hicieron único.
Debut con Beenhakker
A principios de 2004, el estratega holandés Leo Beenhakker vio cualidades en Memo, por lo que de inmediato decidió incorporarlo al primer equipo.
A partir de ese momento, Ochoa no dejó el arco de las Águilas y comenzó a deslumbrar a todos con su talento nato.
La herramienta principal del portero eran los lances, pues hacía atajadas espectaculares que prácticamente estaban por cantarse gol. Pero Guillermo hacía lo imposible, flotaba en el aire y detenía cada balón que se cruzaba en su camino.
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Tras varios años en el balompié mexicano, la oportunidad de emigrar a Europa le llegó a Ochoa.
El Ajaccio, recién ascendido a la Primera División de Francia, puso una oferta sobre la mesa, el meta aceptó y se enroló en un nuevo desafío en el Viejo Continente.
Con ellos, el oriundo de Jalisco cumplió su sueño de jugar en una liga europea; además, se convirtió en el primer portero mexicano en jugar en del otro lado del mundo.
Su paso por la Ligue 1 fue fantástico, ayudó a su equipo a evitar el descenso en dos ocasiones; incluso, varios equipos de mejor nivel lo buscaron.
Dos mundiales como el titular
El Mundial de Brasil 2014 llegó y con ello la oportunidad de disputar su primer Copa del Mundo como portero titular.
La batalla en el arco no fue fácil, pues Jesús Corona también estaba en gran momento, pero Memo demostró su calidad, por lo que Miguel Herrera decidió darle la titularidad.
Y Ochoa le pagó con creces. Ante Brasil el guardameta azteca hizo una de las mejores atajadas del certamen, tras un remate de cabeza de Neymar.
La actuación de Memo llamó la atención de varios equipos; sin embargo, el no tener el pasaporte comunitario le cerró las puertas de llegar a un club grande, por lo que terminó fichando con el Málaga de España.
Tras vivir un calvario en La Liga, donde portó dos camisetas, el arquero decidió salir y comenzar una nueva aventura en Bélgica, con el Standard Lieja.
Para la Copa del Mundo de 2018, Juan Carlos Osorio lo mantuvo como el arquero titular; de hecho, su actuación ante Alemania, en el primer juego, fue fundamental para que el Tricolor consiguiera los tres puntos.
Memo estuvo imbatible en el arco, por lo que de nuevo se convirtió en la figura de la Selección Mexicana.
En recientes días, y con el ciclo de Gerardo Martino ya en curso, las dudas habían llegado al arco Tricolor.
Sin embargo, con el partido ante Japón, Ochoa levantó la mano y se perfila para disputar su tercer mundial como el portero titular del conjunto mexicano.