La elegancia de Melania Trump durante la investidura de su esposo, Donald Trump, no pasó desapercibida. La nueva primera dama optó por un atuendo en tonos azul marino y marfil, diseñado por Adam Lippes, que destacaba por su sobriedad y el uso de detalles clásicos en la sastrería.
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Un toque especial lo dio el sombrero de Eric Javits, que complementaba el conjunto con un diseño hecho a medida en lana azul marino de doble cara, adornado con una cinta en color marfil.
La historia detrás del sombrero de Melania Trump
En una conversación con Vanity Fair, Javits reveló que no es común que realice encargos personalizados, pero que en esta ocasión hizo una excepción cuando Herve Pierre, el estilista de Melania, se puso en contacto con él. Pierre solicitó una modificación en uno de los sombreros de verano que Melania ya poseía y que le gustaba mucho.
Para Javits, este pedido fue considerado “uno de los mayores honores”. Aunque nunca tuvo comunicación directa con la primera dama, el proceso fue guiado por las indicaciones de Pierre.
“Cosí a mano alrededor del 92% de las costuras del sombrero utilizando técnicas de alta costura”, explicó el diseñador. “Ninguna otra mano tocó, ni hubo ojos que vieran el sombrero antes de que Herve Pierre y la primera dama lo recibieran”.
No todo salió como se esperaba
Sin embargo, el sombrero se vio envuelto en un inconveniente poco esperado. Cuando llegó a Nueva York para la prueba final, “la caja de cartón llegó mojada y aplastada; el sombrero dentro, irreparablemente dañado”.
A pesar del contratiempo, Javits no se dio por vencido y, en tiempo récord, confeccionó un segundo sombrero en menos de cuatro días. “El estilista de la señora Trump, Herve Pierre, me lo recogió en Miami y se lo llevó personalmente a la primera dama”, contó Javits, quien se encontraba en Mar-a-Lago, en Palm Beach, durante los días previos a la toma de posesión.
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El diseñador también compartió su satisfacción al trabajar con Melania, destacando que su objetivo al crear sus diseños es “halagar y realzar todo tipo de rostros”. “No fue difícil hacerlo, ya que la señora Trump está bendecida con una gran estructura ósea, belleza y un maravilloso sentido del estilo”, agregó.
Después de la ceremonia, el presidente Trump no tardó en elogiar el estilo de su esposa, aunque con un toque de humor. “Tengo una primera dama que ha sido increíble”, declaró. “No debería decir esto. Me va a caer una bronca cuando diga esto, pero le duelen los pies”.
