La boda de Katie Lopus y Jon “JC” Ball, celebrada el 7 de septiembre de 2024 en The Lodge at Whitefish Lake, Montana, tuvo un momento inolvidable que conmovió a todos los presentes. Frances Lopus, abuela de la novia, de 98 años, fue la encargada de esparcir pétalos de flores como la “niña de las flores”.
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La abuela se presentó en la ceremonia al aire libre, creando un instante lleno de ternura y simbolismo y Katie, de 33 años, dejó claro que no tuvo dudas al elegir a su abuela para este papel especial. “Una niña de las flores prepara el terreno para el amor y el compromiso, algo que mi abuela ha hecho por mí toda mi vida”, expresó la novia.
La abuela de 98 años que se volvió viral por su participación en la boda de su nieta
Frances, desde su andador, lanzó pétalos de rosas blancas cultivadas localmente mientras los invitados no podían contener las lágrimas. “No hubo un ojo seco en la ceremonia”, comentó Katie, quien describió este momento como uno de los más memorables del día.
La emotiva escena fue compartida en redes sociales, donde rápidamente se viralizó. Un video publicado por Katie en TikTok, acompañado de fotografías de Sydney Tobin Photo, muestra a Frances esparciendo los pétalos con una sonrisa radiante. La publicación recibió miles de comentarios de usuarios emocionados por la conexión especial entre abuela y nieta.
Ser la “niña de las flores” fue un honor para Frances, quien aseguró sentirse “en el séptimo cielo” al cumplir ese rol. “Solo pensaba en hacerlo bien y lanzar suficientes pétalos”, confesó, reflejando su dedicación y entusiasmo por formar parte de este día tan importante.
La “niña de las flores” de 98 años y su increíble historia
El viaje hasta Montana no fue sencillo para Frances, quien reside en Florida, pero estuvo más que dispuesta a cruzar el país por su nieta. A inicios de 2024, Katie le hizo la propuesta de una manera creativa, entregándole una caja con pétalos de rosa y una tarjeta que decía: “¿Quieres ser mi niña de las flores?”.
Frances aceptó encantada, incluso organizando una fiesta de compromiso para la pareja con sus amigos en Naples, Florida. Frances Lopus, a sus 98 años, no solo dejó una huella imborrable en la boda de su nieta, sino que también se convirtió en un símbolo de amor y alegría, mostrando que nunca es tarde para ser parte de momentos únicos.