La cena de Navidad es una tradición que une a las familias, pero también deja como legado una cantidad considerable de sobras que muchas veces terminan desperdiciadas. Sin embargo, con un poco de creatividad, esas sobras pueden transformarse en deliciosos platillos que te permitirán disfrutar del espíritu navideño por unos días más.
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Si bien muchos pueden pensar que hacer algo con las sobras de la cena navideña puede ser toda una odisea, hay algunas alternativas realmente sencillas que te ayudarán a seguir disfrutando del sabor de las fiestas de forma sencilla y sin desperdiciar nada.
No te deshagas de las sobras de la cena de Navidad, cocina estos platillos y sigue disfrutando con tus seres queridos
1. Sándwiches gourmet: El pavo, el jamón o la pierna asada son ideales para preparar sándwiches. Agrega queso, mostaza, mayonesa y algunas verduras frescas para un bocado rápido y delicioso. Si tienes pan de caja o baguette, úsalos para darles un toque más especial.
2. Croquetas de carne: Aprovecha la carne que sobró triturándola y mezclándola con puré de papa, huevo, pan rallado y especias. Forma bolitas, fríelas o hornéalas, y tendrás un plato versátil que puede servirse como entrada o plato principal.
3. Ensaladas reinventadas: Convierte las guarniciones de vegetales y carnes en una ensalada fresca. Mezcla las sobras de verduras asadas con hojas verdes, nueces, queso y un aderezo ligero de aceite de oliva y limón. Las ensaladas de pasta también son una excelente opción si tienes pasta cocida de días anteriores.
4. Tacos navideños: Dale un giro a las sobras con tacos. Rellena tortillas de maíz o harina con carne, añade guacamole, cebolla, cilantro y tu salsa favorita. Es una forma rápida y sabrosa de aprovechar lo que quedó de la cena.
5. Caldos o sopas reconfortantes: Utiliza los huesos del pavo o la pierna para preparar un caldo lleno de sabor. Añade las verduras sobrantes, un poco de pasta o arroz, y tendrás una sopa reconfortante ideal para los días fríos post-Navidad.
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6. Cazuela gratinada: Coloca las sobras de carne y guarniciones en un refractario, cúbrelas con puré de papa y queso rallado, y hornéalas hasta que se gratinen. Este platillo se convierte en una comida reconfortante y llena de sabor.
7. Postres renovados: Si te sobraron buñuelos, pan dulce o pasteles, conviértelos en pudines o acompáñalos con helado para darles una nueva vida.