El Día de Acción de Gracias, conocido en inglés como “Thanksgiving”, es una de las festividades más importantes en Estados Unidos, celebrada cada cuarto jueves de noviembre. Este día tiene sus raíces en un evento histórico ocurrido en 1621, cuando los peregrinos ingleses en Plymouth, Massachusetts, organizaron una cena para agradecer su primera cosecha exitosa, lograda con la ayuda de los nativos wampanoag.
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Cuando los colonos llegaron a América, enfrentaron un duro invierno que diezmó a la mitad de su comunidad. Gracias a los conocimientos agrícolas de los nativos, aprendieron a cultivar maíz y otros alimentos esenciales para sobrevivir. Ese otoño, después de recoger una cosecha que prometía sustento, el gobernador de Plymouth, William Bradford, organizó un banquete en agradecimiento a la tribu wampanoag.
La historia de agradecimiento y camaradería detrás del Día de Acción de Gracias
Este banquete marcó el inicio de lo que se convertiría en una tradición anual. Sin embargo, la festividad no se institucionalizó de inmediato. Durante los años posteriores, la celebración se realizó de manera esporádica y no uniforme. Fue hasta 1789 cuando el presidente George Washington declaró un día nacional de acción de gracias.
A pesar del decreto de Washington, los estados aún elegían fechas distintas para conmemorarlo. La consolidación del Día de Acción de Gracias como lo conocemos hoy se dio en 1863, en plena Guerra Civil. Abraham Lincoln, en un intento por unir a la nación dividida, proclamó el último jueves de noviembre como un feriado nacional dedicado a la gratitud y la reflexión.
Más tarde, en 1941, el Congreso fijó oficialmente el cuarto jueves de noviembre como la fecha definitiva, dándole carácter de feriado legal. Hoy, el Día de Acción de Gracias es mucho más que una conmemoración histórica y se ha convertido en uno de los pilares de la cultura estadounidense.
El Día de Acción de Gracias, uno de los momentos más esperados del año
Es un día dedicado a la familia y la gratitud, donde millones de personas se reúnen para compartir una cena tradicional que incluye pavo, puré de papa, salsa de arándanos y pastel de calabaza. Además, marca el inicio de la temporada festiva en Estados Unidos, que continúa con la Navidad y el Año Nuevo.
Aunque sus orígenes están ligados a un evento histórico específico, el Día de Acción de Gracias se ha transformado en una celebración que trasciende la historia, recordando la importancia de la solidaridad, la gratitud y los lazos familiares.