Un nuevo término ha ganado popularidad en los últimos años en el mundo de las relaciones amorosas: el ‘Benching’. Inspirado en el ámbito deportivo, el ‘benching’ en las relaciones se refiere a mantener a otra persona “en la banca”, es decir, interesada, pero en espera, sin comprometerse, ni avanzar en la relación.
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El tema lo presentó Mejor Con Salud, que explicó que a diferencia del ‘ghosting’, que implica desaparecer por completo, el ‘benching’ describe el proceso de enviar mensajes coquetos, pero no comprometidos de forma intermitente, manteniendo a la persona “en reserva”.
Mensajes ocasionales, interacciones esporádicas en redes sociales y promesas de planes futuros son algunas de las herramientas que los ‘benchers’ utilizan para que la otra persona no pierda interés del todo, pero sin dar el paso hacia una relación más seria.
El ‘benching’ y sus efectos psicológicos
Incluso los expertos en relaciones coinciden en que el ‘benching’ puede generar efectos psicológicos negativos en quienes son relegados a un segundo plano. La incertidumbre prolongada sobre lo que realmente significa para la persona que está siendo “bancada” puede provocar confusión, ansiedad y una disminución de la autoestima. La sensación de estar en un “limbo emocional”, sin saber si la relación avanzará o permanecerá en ese estado, puede tener consecuencias graves en la salud mental.
Sin embargo, quienes practican el ‘benching’ suelen justificar su comportamiento diciendo que no están listos para una relación seria o que prefieren “explorar” antes de comprometerse con una pareja.
Aunque esta práctica no es nueva, el auge de las aplicaciones de citas y las redes sociales ha facilitado que las personas mantengan varias opciones abiertas, lo que hace que este comportamiento sea más común.
A medida que las dinámicas amorosas evolucionan en la era digital, el ‘benching’ es un reflejo de las nuevas complicaciones que surgen en las relaciones. Para algunos, esto les permite “tener varias opciones”; para otros, representa un desafío emocional que puede afectar sus expectativas románticas.
En resumen, el ‘benching’ plantea preguntas sobre hasta qué punto es ético mantener a alguien esperando cuando nunca se ha definido claramente la intención de avanzar en la relación.