Algunas partes de California, Oregon y Montana presentan niveles peligrosos de contaminación del aire debido a varios incendios en el área, incluido el incendio forestal Park, en el norte de California, que se ha convertido en el quinto más grande en la historia de ese estado. Debido a que el humo puede viajar cientos o miles de millas, presenta a un peligro para la salud de las personas aun cuando no se encuentren cerca del siniestro.
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Las diminutas partículas de ese humo no solo son malas para los pulmones. Una serie de estudios realizados en los últimos años han descubierto que también afectan negativamente al cerebro, aumentando el riesgo de demencia, problemas cognitivos y de salud mental.
El humo y los efectos negativos
“Gran parte de la investigación sobre el humo de los incendios forestales se ha centrado en nuestros pulmones y corazones”, señaló Stephanie Cleland, profesora adjunta de la Universidad Simon Fraser, quien estudia el impacto del humo de los incendios forestales en la salud. “El cambio de enfoque (de los estudios) sobre el impacto cognitivo y la salud mental es más reciente”.
La más reciente adición a la lista de evidencias: la investigación presentada en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer sugiere que el humo de los incendios forestales podría aumentar las probabilidades de un diagnóstico de demencia.
Estudio
El estudio analizó los registros médicos de más de 1.2 millones de adultos mayores de 60 años o más en el sur de California entre 2009 y 2019.
Los investigadores analizaron el lugar donde vivían las personas para determinar su exposición a partículas finas procedentes del humo de los incendios forestales y otras formas de contaminación.
Sus resultados mostraron que las probabilidades de padecer de demencia aumentaron 21% por cada microgramo adicional por metro cúbico de partículas finas procedentes del humo al que los participantes estuvieron expuestos, como promedio, durante tres años.
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Como contraste, el mismo aumento de exposición a partículas finas procedentes de otras fuentes, como automóviles o fábricas, fue relacionada con un aumento del 3% en las probabilidades de padecer demencia.
Las pruebas son preliminares, pero demuestran que la exposición crónica al humo de los incendios forestales contribuye al deterioro cognitivo, señaló la doctora Holly Elser, autora del estudio y residente de neurología en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania.
El impacto del humo en el aprendizaje
La demencia no es la única consecuencia potencial. Un estudio de 2022 descubrió que adultos que habían estado expuestos recientemente al humo de incendios forestales tenían un peor rendimiento en un juego de entrenamiento cerebral que mide habilidades como la memoria, atención, flexibilidad, velocidad de procesamiento y capacidad de resolución de problemas.
“En cuestión de horas y días tras la exposición al humo, vimos reducciones significativas en la capacidad de las personas para prestar atención”, señaló Cleland, una de las autoras del estudio.
Otra investigación, publicada ese mismo año, mostró que la exposición al humo de incendios forestales durante el año escolar redujo las calificaciones de los estudiantes en los exámenes en comparación con un año sin humo.