Los perfumes con olor a tabaco son clásicos del rubro que, contrario a lo que se creería, realmente no huelen a cigarrillo.
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El tabaco es una de las materias primas más utilizadas en la industria de la perfumería. Se trata de un ingrediente exquisito del cual se utilizan desde la raíz hasta llegar a la flor, pasando por sus hojas. Esto permite que los perfumes de este tipo de aromas sean cálidos, ahumados, dulces o especiados, o incluso algunas combinaciones de todo esto.
Tobacco Mandarin de Byredo
Estás ante una fragancia intrigante, de fuertes contrastes pero, al tratarse de un extracto de perfume, su fijación sobre la piel se mantiene intacta entre 10 y 12 horas. Este perfume cuenta con notas de cuero tradicional y elegante al que le da la réplica el clavo. Está compuesto por notas de semillas de cilantro, mandarina, ládano, cuero, olíbano, oud e incienso.
Tobacco Vanille de Tom Ford
Sin duda no podía faltar una opción de Tom Ford. Tobacco Vanille es una de las colonias más ricas y cálidas del mercado. Con nota de hoja de tabaco, vainilla, cacao, haba tonka, flor de tabaco, frutos secos y maderas, este perfumes es sexy y todo un clásico.
Tobacco Honey de Guerlain
La maison francesa agrega el dulce que toque de la miel combinada con la flor de tabaco, para que salgan a relucir sus notas amaneradas en este elixir, que se llega a fijar por la piel por horas y horas. Forma parte de la familia olfativa ámbar amaderada y su composición es de notas de miel, clavo, anís, tabaco, haba tonka, vainilla, sésamo, oud y sándalo.
Opus XIV Royal Tobacco de Amouage
Esta fragancia es un viaje olfativo que va desde Omán hasta Cuba. Contiene notas de olíbano, anís, cardamomo, albahaca, tabaco, regaliz, lavanda, vainilla bourbon, mirra, incienso y almizcle.