Los cuidados dietéticos deben ser sí o sí supervisado por especialistas en nutrición ya que su práctica, de ser desacertada, puede generar importantes problemas en la salud, además, los procesos de las dietas varían en algún momento de acuerdo al desarrollo y resultados.
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Muchas personas son las que por desespero acceden en dietas verdaderamente estrictas y extremas, sin embargo, es importante entender que no siempre el comer poco garantizará beneficios satisfactorios. Asimismo, es importante priorizar la correcta alimentación debido a que toda dieta está acompañado de constante actividad física, situación que hace que el cuerpo sin dudas deba de contar con suficiente fuerza y vitalidad.
Posibles consecuencias de las dietas estricta
Expertos aseguran que lo primordial es que un profesional de la salud se ocupe de colocar las limitantes de este tipo de dieta, ya que será baja en calorías y, en consecuencia, carente de algunos nutrientes, por ello, es fundamental definir la distribución y tiempo de duración coherente para no comprometer los niveles de energía, procesos metabólicos y masa muscular.
Entre sus posibles consecuencias, se destacan:
- Cambios de humor: pueden generar irritabilidad, insomnio, dolores de cabeza y frío recurrente en manos y pies, ya que el cuerpo disminuye su temperatura para conservar la poca energía disponible.
- Efecto rebote: muchas veces las dietas hipocalóricas son la puerta de ingreso a un trastorno de la alimentación y están contraindicadas en adolescentes.
- Resultados rápidos pero insostenibles: Este tipo de dieta tiene un altísimo índice de fracaso ya que son demasiadas las restricciones impuestas.
- Daños cardíacos: uno de los efectos de la restricción alimentaria extrema es la pérdida de masa muscular a nivel general, que en el caso de alguien con anorexia puede incluir el adelgazamiento del músculo cardíaco.
- Hipotensión: la baja presión arterial está asociada a la mala alimentación.
- Anemia: por un bajo nivel de hierro en sangre.
- Problemas gástricos: la alta frecuencia de los vómitos puede provocar reflujo gastro-esofágico.
- Nivel de potasio: en las personas que vomitan para purgar sus ingestas se verifican muy bajos niveles de potasio, comprometiendo seriamente la función cardíaca.