Trabajar es necesario por muchos aspecto de la vida y de seguro la más importante es por los beneficios económicos fundamentales para afrontar el día a día y mantener la estabilidad económica en el hogar. Sin embargo, convivir en el sitio de trabajo puede ser bastante engorroso en algunas ocasiones, debido a la posibilidad de una mala comunicación con el jefe o compañeros.
Es aquí cuando toma un gran protagonismo el mindfulness, ya que esta práctica de meditación y relajación puede ayudar a bajar la presión en cualquier situación y momento del día. La sobrecarga de trabajo y el carecer de herramientas para combatir los nervios pueden llegar a provocar cuadros de estrés crónico.
Funcionalidad del mindfulness
Esta práctica nacida en Oriente se ha adaptado a nuestro estilo de vida, ofreciendo gestionar las emociones y asimismo gestionar cuáles son los pensamientos más recurrentes para cambiar y recuperar el bienestar general. Numerosos estudios científicos ya están demostrando que este tipo de prácticas mejora la calidad de vida, al reducir el estrés, la salud cardiovascular y ayuda al sistema inmunitario.
Estas características pueden ayudar a contrarrestar la presión en la jornada laboral:
- Un minuto de atención plena: dedica toda la atención a la respiración durante sesenta segundos. Abre los ojos, respira con el vientre, inspira por la nariz y expira por la boca.
- Contar hasta 10: lentamente cuenta porque esta práctica aumenta la concentración.
- Llamada a la atención: centra tu atención en la respiración cada vez que se produce una señal ambiental externa, por ejemplo, cuando te vibra el celular.
- Observación consciente: centra toda la atención en un objeto que tengas a tu alrededor y miralo fijamente. Este ejercicio ayuda a activar la mente.
- Caminata de 15 minutos: hazlo por lugares poco concurridos, a ser posible rodeado de naturaleza y sé consciente de cada paso que das.