Una estudiante universitaria de letras compró un libro usado sin imaginar que dentro de este, hallaría una carta antigua de alguien que nunca imaginó.
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La joven, identificada como Martina Insanti, compartió la misiva en su cuenta @comittatus de la red social X, donde rápidamente se hizo viral.
El libro era la novela ‘Extraños en un tren’, de Patricia Highsmith, el cual adquirió en una casa donde estaban vendiendo toda su biblioteca. Cuando se dispuso a leerlo, notó que entre las primeras hojas había una carta con fecha de “jueves 30″, sin precisar el mes, ni el año.
Al indagar, descubrió que la carta fue escrita por la abuela de un amigo.
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“Compré un libro usado y vi que tenía esta carta adentro, la leí y me sonaba el nombre de quien firma. Resulta que la escribió la abuela de un amigo. Los libros usados y las vueltas de la vida”, contó la estudiante de la Universidad Nacional de Mar del Plata en Argentina.
Hallazgo sorprendente sobre la carta viral
En la carta, la firmante de nombre María Angélica Álvarez, pedía perdón a una mujer llamada Celia.
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“Jueves 30. Estimada Celia. No merezco una disculpa, pero la pido. Muchas gracias. Aprovecho la buena disposición de la bibliotecaria para devolverte el libro. He renunciado a las horas nocturnas. Se me hacían cada vez más pesadas y allí hay que ir con una disposición especial. ¿Das clase? Te perdí el ‘rastro’ hasta hoy. Hasta pronto. Perdón (si es posible)”, dice la misiva viral.
Martina siguió indagando y buscó en Google Drive, ya que el nombre de María Angélica Álvarez le era muy familiar. Fue así que encontró textos en PDF de la mujer, los cuales le habían puesto como lectura obligatoria en la universidad, ya que fue docente en esa institución.
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“¡Descubrí que tengo en Google Drive pdf de textos escritos por ella que me habían dado como bibliografía obligatoria cuando cursé la materia que ella daba en la facultad!”, contó Martina, quien indicó que la profesora Álvarez era profesora de literatura y cultura europea, y que murió en el 2017.
El caso demuestra cómo en la vida hay detalles, que pueden resultar históricos y contar más allá de lo que se ve a simple vista. Sólo basta con tener curiosidad y avidez por descubrir cosas nuevas. Se trata de mantener esa chispa sobre lo interesante ante un mundo por descubrir.