Las relaciones sexuales son un tema bastante amplio y complejo de discutir porque como todo en la vida, cada caso es único y cada persona es un mundo aparte. Uno de los tabús en que la ciencia intenta desde hace décadas analizar es el por qué existen algunas personas incapaces de poder desarrollar orgasmos y otras recurren a fingirlos.
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Una investigación desarrollada por Innerbody Research titulado “Faking the Big O”, traducido al castellano “Fingir la gran O”, asegura que dos de cada cinco personas admiten que en algún momento de sus vidas y en reiteradas oportunidades ha tenido que fingir un orgasmo.
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La encuesta contó con más de 1.110 adultos de todas las generaciones (Generación X, Millennials y Generación Z) y estados de relación (casados, noviazgos y solteros). Los resultados indicaron que el 45% de las mujeres dijo que había fingido un orgasmo, mientras que sólo el 38% de los hombres dijo que lo había hecho.
También hubo una división generacional entre los encuestados: el 48% de los millennials dijo que había fingido en el dormitorio, una cifra que llegó a solo el 27% y el 20% para la generación X y la generación Z.
Motivos
- Querer terminar: El aburrimiento es una de las razones de peso para fingir el orgasmo, así lo confirmaron el 21% de los hombres y el 24% de las mujeres. Se trata de una excusa más o menos buena, pues implica que una de las partes está cansada y solo quiere terminar ya.
- No querer herir los sentimientos de la otra persona: El 21% de las mujeres citó esto como la razón por la que fingieron un orgasmo, mientras que solo el 15% de los hombres lo hizo.
- Motivo de excitación: Aproximadamente el 10% de las mujeres dijeron que fingir era excitante. Sin embargo, esa cifra es de casi el 15% entre los hombres.
- “No quería explicar por qué no podía llegar al orgasmo”: Lo sugirió poco más del 9% de las mujeres. Se trata de otra respuesta que coincide con el estudio de 2019, que indica la “evitación” como una de las principales razones por las que las personas fingían orgasmos.