Tener una mascota puede ser bastante gratificante y su presencia dentro del hogar puede beneficiar la salud mental, así se ha demostrado gracias a distintos estudios, no obstante, dichos beneficios dependen en gran parte a la relación que se desarrolle con el animal y sobre todo, con la adecuada educación que se le ofrezca.
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Según un artículo difundido en el 2023 por el Colegio Veterinario de la Provincia de Buenos Aires, CVPBA, en Argentina, indica que la humanización atenta contra la autonomía y naturaleza de las mascotas. Entre las peores consecuencias de humanizar a las mascotas está el entorpecimiento de su correcto desarrollo, un grave desequilibrio que puede llevarlos a la inmadurez y problemas de conducta.
Además, puede generarles un elevado estrés, que puede derivar en conductas repetitivas (y para los humanos tan extrañas) como perseguirse la cola o comerse sus propias heces.
Problemas por humanizar a las mascotas
- Se puede desencadenar un comportamiento destructivo en el perro.
- El animal puede desarrollar problemas de inseguridad. Los perros que aprenden conductas humanizadas no sabrán identificar las conductas naturales de otros perros y no serán capaces de actuar en consecuencia.
- Los perros humanizados tienen más riesgo de padecer sobrepeso. Estas mascotas comen todo lo que quieren, pasean en carritos de bebés y no hacen todo el ejercicio que deberían.
- El animal estará estresado. No verá satisfechas sus necesidades (jugar con otros perros, salir más al aire libre, correr suelto, etc.) y eso lo pondrá muy nervioso. Además, si está sobreprotegido, sufrirá ansiedad por separación.
- El perro puede tener problemas de socialización. Si el animal está sobreprotegido, no aprenderá las normas de convivencia necesarias. Esto puede incluso implicar un riesgo para su seguridad, ya que si no sabe caminar tranquilo por la calle, por ejemplo, podría lastimarse o sufrir un accidente en un despiste.