Aunque la mayoría de los estadounidenses come la cena y se duerme, esto podría traer riesgos. Puede no haber nada de malo en comer un pequeño snack antes de dormir, pero sí puede ser peligroso comer helado, galletas o papas fritas, ya que “puede ser perjudicial para la calidad del sueño y la salud en general”, explica Verywell Health.
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¿Qué le pasa a mi cuerpo cuando me duermo recién comido?
“Cuando te vas a dormir, tu cuerpo se concentra en el descanso y la recuperación, no en la digestión. Comer justo antes de acostarse o por la noche puede alterar el proceso digestivo, provocando malestar, problemas estomacales y un metabolismo comprometido. Con el tiempo, esto puede contribuir al aumento de peso y a problemas de salud relacionados”, agrega la página web.
Madathupalayam Madhankumar, un gastroenterólogo quirúrgico, explica que el “tamaño de la comida importa. Las comidas más grandes generalmente son más difíciles de procesar para el sistema digestivo, especialmente en una posición reclinada”.
Hernia de hiato, obesidad y apnea del sueño
Si bien dormirse luego de una comida no es de alarmarse, sí es peligroso una comida abundante e irse a la cama, ya que puede provocar hernia de hiato, obesidad y apnea del sueño, dijo Jesse Houghton, gastroenterología y director médico senior de gastroenterología en el Southern Ohio Medical Center.
Sin embargo, es solo la punta del iceberg. Puede sufrir de indigestión y reflujo ácido, interrupción del sueño, aumento de peso, enfermedades cardíacas, diabetes y colesterol alto, agrega Houghton.
Esperar tres horas para dormirse
Un estudio de 2015 confirmó que los trabajadores nocturnos sufrían de más “sobrepeso, obesidad abdominal, niveles altos de triglicéridos y niveles altos de colesterol que los trabajadores diurnos, y también tenían problemas de salud como niveles bajos de azúcar en la sangre (glucosa). tolerancia y disminución de la función renal”, agrega Verywell Health.
“Cuanto más tiempo te acuestes a dormir después de comer, mejor”, recomienda Houghton. La media general es media hora con solo líquidos y de dos a tres horas con alimentos sólidos.