Antes de finalizar el 2023, Wanda Nara, esposa y representante del delantero argentino del Galatasaray de Turquía, Mauro Icardi, confirmó que padece desde hace meses atrás de leucemia mieloide crónica, una enfermedad que pertenece grupo de enfermedades oncohematológicas que se originan en las células primitivas productoras de glóbulos blancos.
PUBLICIDAD
Esta persona al ser mediática en su país de origen y asimismo en Italia y España, muchos se preguntan el grado de complejidad de dicha patología. Aunque las leucemias no son prevenibles, comparten muchos aspectos, como la importancia de la detección a tiempo y del acceso al tratamiento más indicado para cada tipo y estadio de enfermedad.
Leucemia mieloide crónica
Lo primero que hay que saber es que esta enfermedad es el tipo de leucemia más frecuente en adultos, representando más del 30 por ciento de los casos en todo el mundo según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los síntomas que más impacta a sus afectados sobresalen la fatiga, fiebre que no baja, infecciones a repetición, moretones o sangrado sin causa son síntomas algo inespecíficos, pero podrían, eventualmente, ser manifestaciones de una leucemia y, más específicamente, de la mieloide aguda (LMA), que es la más frecuente en adultos.
“La dificultad con estos signos y síntomas de leucemia es que algunos son poco específicos, confundibles con otros cuadros y es poco probable que hagan que la persona vaya a la guardia a hacerse estudios. Por eso, las oportunidades de concientización tienen que contribuir, justamente, a que la comunidad pueda identificar aquello que oriente a la detección y la gente vaya al médico”,explicó para el portal web Tn, la doctora Beatriz Moiraghi.
Por su parte, Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la Asociación Leucemia Mieloide Argentina, y paciente con un tipo de leucemia, explica sobre los tratamientos que “enfermarse hoy de leucemia es muy diferente a haberlo hecho 15 años atrás. Para varios tipos de esta enfermedad estamos viviendo unos avances sin precedentes. Cada vez somos más optimistas, porque vemos que se sigue mejorando el pronóstico de estas complejas enfermedades oncohematológicas”.