En el el trabajo, en la universidad o donde estemos en el día, una de las cosas que más anhelamos es el sagrado momento de dormir. No obstante, llega el tan ansiado momento y esas ganas que nos atormentaron mientras realizábamos nuestros quehaceres diarios desaparecen en la noche como por arte de magia.
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El gran problema es que esta mala práctica se hace constante y permanente y con el pasar del tiempos las personas comienzas a sufrir serios problemas en su salud física y mental.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) no se equivoca cuando indica que casi el 25% de la población del planeta duerme poco y no respeta el tiempo de descanso nocturno recomendado de entre 7 y 8 horas, ni mucho menos la siestas diurna de entre 30 y 45 minutos.
Problemas por sobrepensar
La psicóloga y psicoterapeuta Maria Hejnar, explica en la revista Health que la principal causa de los pensamientos intrusivos a la hora de conciliar el sueño es la ansiedad. “La ansiedad flotante y las aprensiones confusas pueden estar relativamente bien contenidas durante el día. Sin embargo, a medida que se acerca la noche, las personas ansiosas sienten un miedo impreciso pero intenso”.
Hejnar explica que la psicoterapia puede ser un método eficaz para superar los problemas de sueño y salir de este círculo vicioso. Ante esto, recomienda:
- Verbalizar y describir las emociones: “Es necesario liberar la mente, sacar las emociones de su jaula. Verbalizar y describir emociones, sensaciones y sentimientos es un buen comienzo para aprender a escucharse a sí mismo. Este es el primer paso para aprender a regular los pensamientos negativos de manera más efectiva”.
- Meditación para remediar las rumiaciones antes de dormir: “Puedes probar técnicas que se conocen desde hace miles de años, yoga, chi gong o meditación que ayudan a que el cerebro descanse”, aconseja Hejnar.
- Plantas y aceites esenciales como remedios para conciliar el sueño: “La hierba de San Juan, la grifona, la valeriana tienen una acción ansiolítica en fitoterapia. Este es también el caso de ciertos aceites esenciales, como la lavanda”.