¿Por qué se come pavo el Día de acción de gracias?

Esta festividad, que marca el inicio de las celebraciones navideñas, tiene una tradición culinaria muy marcada: el pavo al horno

Cada cuarto jueves de noviembre, Estados Unidos se llena de gratitud y celebración con la llegada del Día de acción de gracias. Esta festividad, que marca el inicio de las celebraciones navideñas, tiene una tradición culinaria muy marcada: el pavo al horno. Además, se trata de una de las celebraciones más importantes en dicho país, inclusive siendo uno de los pocos días libres federales.

La elección del pavo como platillo principal en el día de acción de gracias simboliza abundancia, paz y unión. Aunque no siempre fue la estrella de esta festividad, algunos historiadores señalan que la tradición de disfrutar de pavo en el día de acción de gracias se originó en 1621, durante el encuentro entre colonos ingleses e indígenas americanos en Massachusetts.

La razón por la que se come pavo durante acción de gracias

Según la historia, los colonos ofrecieron una cena a los indígenas americanos como gesto de agradecimiento por compartir sus conocimientos de cultivo y caza. En respuesta, los colonos llevaron aves de corral, incluyendo patos, gansos y pavos, junto con otros alimentos como frutos secos, calabazas y almejas.

A lo largo del tiempo, el pavo se consolidó como el protagonista del día de acción de gracias debido a su tamaño, ideal para alimentar a numerosos comensales en las reuniones familiares. Este gesto inicial de agradecimiento y compartir se convirtió en una tradición arraigada que perdura hasta nuestros días.

El día de acción de gracias, celebrado el cuarto jueves de noviembre, inició como una muestra de gratitud a Dios por la cosecha. Sin embargo, con el tiempo, se ha transformado en una jornada llena de tradiciones, entre ellas, los partidos de fútbol americano de la NFL en Dallas y Detroit.

Otra gran tradición estadounidense

La tradición de los juegos de día de acción de gracias se inició en 1934 cuando los Detroit Lions decidieron jugar en este día para estimular el interés de la afición en el equipo. En Dallas, los Cowboys adoptaron la práctica en 1966, aprovechando la creciente popularidad del equipo.

Desde entonces, estos partidos se han convertido en una parte esencial de la celebración, atrayendo a multitudes y creando una tradición que va más allá de la clásica cena junto a la familia. Con el paso de los años, esta tradición de organizar partidos en este día se extendió a otros deportes.

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