El agua es vida, así de simple se puede resumir la gran importancia de esta sustancia líquida en toda la humanidad. Su correcta cantidad de consumo es una de las bases principales para que las personas puedan fortalecer la salud y prevenir que el cuerpo pueda llegar a padecer distintas enfermedades que comprometan su bienestar.
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Entre los múltiples beneficios que se pueden generar por una sana y correcta hidratación, el desarrollo de una nueva investigación generó importantes datos con respecto de cómo el beber cierta cantidad de agua por día es un gran tratamiento contra los incómodos y ruidosos ronquidos, situación que no sólo perjudica a quien lo padece, sino también a quienes acompañan a sus victimas.
La importancia de la hidratación
Este trastorno nocturno que no escapa también de los descanso diurnos mediante siestas, por lo normal se genera porque los tejidos en la garganta se relajan mientras se duerme, estrechando las vías respiratorias para generar vibraciones al inhalar y exhalar. La poca ingesta de agua obstruiría las vías respiratorias durante el sueño, lo que lleva a un ronquido más pronunciado.
No estar debidamente hidratado contribuye a la sequedad de las mucosas, lo que repercute en la congestión nasal y hace que la garganta se seque y genera que las secreciones mucosas sean menos fluidas, impidiendo el flujo del aire y agravando situación.
La doctora Ainara Sánchez Puy, médico de atención primaria en España, asegura que con el simple hecho de tomar, como mínimo tres litros de agua a diario, se evita respirar por la boca durante la noche y causará una disminución de la vibración del ronquido.
Así mismo, la especialista recomienda en los días calurosos de verano mantener en la mesita de noche un vaso o botella de agua, ya que de presentarse los episodios de ruidos la pareja o persona que rodean a quienes lo padecen alerten sobre la situación para que éste o ésta se despierte, se hidraten y se liberen las vías respiratorias.