Un icono global de la música como Taylor Swift podría fácilmente doblegar a las grandes franquicias. Así ha quedado demostrado ahora con su notable logro en la taquilla cinematográfica con su película de concierto, Taylor Swift: The Eras Tour. La fama de Swift, ya consolidada como una de las más grandes artistas de la historia, ha cobrado un nuevo impulso, y su impacto se sintió incluso en eventos tan icónicos como los partidos de la NFL, atrayendo a una audiencia completamente nueva al deporte más popular de Estados Unidos.
Según Deadline, la producción de Swift ha registrado una proyección asombrosa de más de $100 millones solo en Estados Unidos. Las cifras internacionales no se quedan atrás, y la proyecciones apuntan a que podría sumar otros $50 millones, llevando el total de su debut a unos impresionantes $150 millones.
Superó números de Barbie y Spider-Man: No Way Home
Las cifras de preventa de la película de concierto de Swift en las salas de cine de AMC resultan aún más sorprendentes. El 99% de todas las actividades de preventa durante el fin de semana fueron exclusivamente para su película. Al compararla con otros grandes éxitos de taquilla, se vendieron más de 4,200 funciones de un total de 13,000, es decir, cerca del 32%. En contraste, la primera noche de preventa para la película de Barbie agotó 500 funciones, y para Spider-Man: Sin Camino A Casa, solo el 18% de los horarios se agotaron.
De acuerdo con EntTelligence, que monitorea y rastrea estos números, las ciudades que lideraron las ventas incluyen grandes metrópolis como Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, Boston y Chicago.
Por su parte, AMC se está preparando para todo un evento. En un comunicado, la compañía alentó a los aficionados y espectadores a sumergirse completamente en la experiencia: “Te espera un momento de puro encanto en los AMC Theatres. Anima a los asistentes a compartir pulseras de la amistad, bailar y cantar, y disfrutar de nuestra mercancía exclusiva y mucho más para la película del concierto de las Eras”.
Aunque también hicieron hincapié en la cortesía básica del cine, recordando a los asistentes que no deben “bailar en nuestros asientos ni impedir que otros invitados vean, caminen con seguridad o salgan del auditorio”.