Diversos especialistas en nutrición recomiendan en sus dietas el constante consumo de frutos secos ya que benefician a la salud humana por contar con gran cantidad de niveles de grasas y proteínas, convirtiéndolo por excelencia en un alimento energético.
Muchos lo consumen sin conocer con exactitud además de sus beneficios, el por qué de su nombre. La característica principal de este alimento es que su composición natural sin manipulación humana contiene menos de un 50 % de agua y según el tipo de fruto seco, puede aportar gran cantidad de vitamina B y ácidos grasos como el omega 3.
Uno de los mejores frutos secos
Se puede encontrar en almendras, anacardos pistachos y avellanas. Sin embargo, las nueces posiblemente sea su mejor presentación entre todas, ya que distintas investigaciones demostraron que el consumo regular ayuda por ejemplo a reducir los niveles de colesterol LDL, el llamado “colesterol malo”, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.
Las nueces son ricas en fibra y proteínas, convirtiéndose en una excelente arma para combatir y controlar el hambre. Además, su consumo fomenta la buena digestión, un beneficio que se vincula directamente con una menor incidencia de diabetes tipo 2. Distintos estudios revelaron que estos ácidos grasos pueden reducir los niveles de triglicéridos en sangre, disminuir la presión arterial y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
Sus espectaculares efectos disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo afecciones como enfermedades cardíacas, cáncer y artritis. La omega 3 también poseen propiedades antiinflamatorias, especialmente en el caso del EPA. Esta característica los hace valiosos en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, y puede reducir el riesgo de desarrollar estas afecciones.