Diría una frase comúnmente utilizada en el deporte: “se pierde más de lo que se gana”, y posiblemente en nuestro largo recorrido de la vida este dicho puede ser tomado como referencia, por ello, es importante afrontar las derrotas, errores y fracasos para aprender sobre lo sucedido y tratar de volver a intentarlo para alcanzar los objetivos.
PUBLICIDAD
En la etapa educativa esta característica es un factor fundamental en el desarrollo, así lo han demostrado distintos análisis en el que indican que, cometer un error y detectarlo o que otro lo corrija (profesores), es una de las maneras más poderosas de adquirir y retener un aprendizaje.
Ventajas del error
Stanislas Dehane, un científico francés, detalla que, para el cerebro, el error es una señal necesaria para el proceso de aprendizaje y desde los primeros años de vida es cuando más se le debe sacar el máximo provecho posible. “Para los niños muy pequeños el error no es problema, todo lo contrario, forma parte del aprender. Los chicos son como científicos, porque formulan hipótesis, prueban, se equivocan y lo vuelven a intentar”.
Existen varias técnicas, sin embargo, una de las primordiales es corregir el error y reafirmar que debe ser aceptado y definido como un acto de reparar, salvar, recuperar, reponer, satisfacer, remediar, resolver, restablecer o mejorar y así será posible comenzar a comprenderlo como una oportunidad de superarse, tanto en la situación escolar como en la vida.
El especista reafirma que errar es un catalizador para aumentar la confianza y lo ideal es aprender de la experiencia para mejorar en el futuro. El fallo no solamente es útil en términos de conocimientos académicos o laborales y la humildad llega cuando las personas reconocen sus equivocaciones sin sentirse humilladas. Equivocarse y aprender del error promueve la responsabilidad y en este sentido, la responsabilidad puede ser hacia nosotros mismos.
[ También puedes leer: Conoce los pasos para alcanzar la madurez emocionalOpens in new window ]
