Netflix volvió a atrapar un pez gordo. La adaptación de live-action del popular manga ‘One Piece’ estableció un nuevo récord para la plataforma y desbancó el que establecieron las anteriores series de éxito como Merlina y Stranger Things.
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La primera temporada de la serie (adaptada de los dibujos animados japoneses de larga duración) se estrenó en el servicio de streaming la semana pasada y ya se ha convertido en la serie número 1 de Netflix en 84 países de todo el mundo.
De esta forma, One Piece supera el hito que marcó la primera temporada de la adaptación de la Familia Addams, Merlina, y la cuarta temporada de la serie de ciencia ficción Stranger Things. Ambas series se situaron en el número 1 en 83 territorios durante sus primeros fines de semana de estreno.
“Acompañado de su ecléctica tripulación, el joven pirata Monkey D. Luffy emprende un viaje en busca de un tesoro legendario en esta adaptación del popular manga”, nos dice la sinopsis oficial de Netflix, que está protagonizada por Iñaki Godoy como el protagonista de la serie, Monkey D. Luffy. El resto de la tripulación pirata incluye a Roronoa Zoro (Mackenyu), Nami (Emily Rudd), Usopp (Jacob Romero) y Sanji (Taz Skylar).
Los fans de la serie han elogiado One Piece por romper la “maldición” de las adaptaciones de anime de acción real, ya que en reiteradas ocasiones los live-actions de cualquier producción de anime son un fracaso. Netflix ya había adaptado más de una docena de series de anime populares, como Cowboy Bebop y Deathnote, aunque la mayoría fueron mal recibidas por los fans y la crítica.
Antes del estreno de la nueva serie, desarrollada por Matt Owens y Steven Maeda, Oda predijo que los fans se opondrían a la nueva versión de acción real.
En una carta abierta publicada a principios de año, escribió: “¡Es absurdo que la idea de adaptar One Piece a la acción se concibiera hace siete años! ¿Cómo era posible trasladar un mundo así a la realidad?”.
“Costó mucho trabajo… el esfuerzo de los actores, la reconstrucción de edificios y vestuario, adaptar las situaciones para que solo pudieran funcionar en acción real, los diálogos… y el compromiso de tanta gente que trabajó junta ya era en sí mismo algo hermoso”.