La exenfermera Lucy Letby impactó al mundo luego de que saliera a la luz que había asesinado a siete bebés y ahora, un juez británico le impuso la pena más grave según la ley británica tras ser hallada culpable de asesinato, además de intento de asesinato a otros seis bebes en un centro de saludo donde trabajó como enfermera neonatal en el norte de Inglaterra.
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Tras 22 días de deliberaciones, un jurado de la Corte de la Corona de Manchester condenó a cadena perpetua a Letby, de 33 años, por asesinar a los bebés durante un año en el que se aprovechó de las vulnerabilidades de bebés enfermos y sus padres angustiados.
Les inyectaba aire e insulina a los bebes para matarlos
Las víctimas, incluidos dos niños trillizos, fueron asesinados en la unidad de neonatos del Hospital Condesa de Chester en el noroeste de Inglaterra, entre junio de 2015 y junio de 2016.
Según detallaron los medios, la mujer les inyectaba aire e insulina a las pequeñas víctimas. Además de esto, en un registro a la residencia de Letby, la policía británica halló perturbadores objetos y documentos que la vinculaban con los casos de homicidio, como notas de reanimación y análisis de sangre de los bebes fallecidos.
Los fiscales señalaron que Letby, que además maltrataba a los infantes, hacía creer a sus colegas que los bebes morían a causas naturales. Sin embargo, los médicos del centro empezaron a notar un incremento en el número de bebes que morían inesperadamente y al no encontrar explicación médica, las autoridades iniciaron la investigación.
“No merezco vivir. Los maté a propósito porque no soy lo suficientemente buena para cuidarlos”, escribió en una de las notas que fue encontrada por la policía en su departamento, y agregó en otro: “Soy una persona horriblemente malvada” y en mayúsculas “Soy malvada, hice esto”.