Un popular psíquico y médium inglés, llamado Craig Hamilton-Parker, confesó que existe una maldición que rodea al naufragio del Titanic. En una conversación con el Daily Star, Hamilton-Parker –también conocido como “El Profeta de la Perdición”– contó que “el Titanic es un barco legendario con una historia trágica que, irónicamente, sigue cautivando la mente de muchos”.
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Luego de que el sumergible Titán, de la compañía OceanGate, presuntamente implosionara en su camino de visita a los restos del mítico barco, el Titanic ha vuelta a estar en boca de todos, y estas palabras de Hamilton-Parker se dieron a conocer.
El médium que, alcanzó gran notoriedad después de que ‘predijo’ el triunfo electoral del ahora expresidente de EEUU, Donald Trump; así como su acierto por el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea; dijo al rotativo:
“Los aficionados a las maldiciones y coincidencias espeluznantes han rodeado este desafortunado hecho, lo que lleva a algunos a preguntarse si tiene un significado más profundo, tal vez incluso una maldición dirigida específicamente a los ricos y privilegiados”, cuestionando “¿será que la maldición se haya despertado al explorar dicha tumba?”.
El Titanic llevaba una momia real egipcia que habría “maldecido al barco”
El psíquico explicó algunos de los hechos que, supuestamente, podrían reforzar la teoría de que la embarcación que partió en 1912, estaba en realidad “maldita”. Según Hamilton-Parker, cuando el Titanic partió llevaba consigo una momia real egipcia que “podría haber maldecido al barco”.
También hay historias de personas que, antes de abordar el barco, vendieron o regalaron sus boletos, porque tenían miedo a que se hundiera. “Algunas personas soñaron un día antes, que el barco se hundiría”, dijo Hamilton-Parker. Y acotó: “Desde el principio, el Titanic ha traído muchas tragedias.”.
El médium reveló que su abuela –que vivió su infancia en Southampton al momento del hundimiento del Titanic– tuvo buena relación con uno de sus vecinos que sobrevivió al hecho; sin embargo, fue tanto su sentimiento de culpa por haber sobrevivido a la tragedia, que terminó ahorcándose en su casa.
