Durante tiempos duros para la compañía del ratón, Disney ha tomado la decisión implementar despidos desde hace unos meses y ya logró alcanzar su meta de 7 mil despidos hace unos días luego de enviar la noticia a sus empleados durante la tercera ronda de notificaciones que concluyó antes del feriado por el Día de los caídos en Estados Unidos. Entre estos despidos estuvieron algunos ejecutivos de Pixar; entre ellos, algunos que están directamente relacionados con Lightyear, como el director Angus MacLane, y con la franquicia Toy Story, como la productora Galyn Susman, heroína tras cámaras de Toy Story 2.
Mientras la compañía mantiene su estrategia en curso para reducir gastos por los empleos, también ha estado eliminando sus propias películas y series de la plataforma de streaming, con la intención de lograr su objetivo: gracias a que se está deshaciendo de 50 producciones, el estudio ha conseguido obtener US$1,500 millones, que utilizará para reducir su deuda con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Pero de acuerdo con lo que ha informado Collider, esta es la primera purga de contenidos y se realizará otra en unos meses, como ya se ha calculado.
La mujer que salvó Toy Story 2 de desaparecer
El portal Discussing Film recordó con esta noticia que fue Galyn Susman quien salvó la secuela de Toy Story al contar con una copia de la mayoría de archivos luego de que alguien borrara por accidente el 90% del trabajo. En ese entonces ella trabajaba como supervisora técnica y se encontraba en sus labores desde casa después del nacimiento de su bebé; por alguna razón guardaba todos los archivos de la película en su computadora personal.
Dentro del libro Creativity, Inc., aparece una declaración de Ed Catmull, cofundador de Pixar, que escribió sobre lo que sucedió. Según él, una persona anónima en Pixar estaba en los servidores internos haciendo una limpieza de archivos estándar, cuando colocaron por error un comando de eliminación en la carpeta raíz de la película. Todos los modelos de personajes y otros archivos comenzaron a borrarse. Primero se dieron cuenta al ver cómo en la carpeta de Woody, donde había cuarenta archivos, de repente quedaron cuatro.
Lo mismo ocurrió con el resto, y aunque los animadores pensaron que podía ser un error de servidor que al final se resolvería, en realidad el daño estaba hecho y se perdió el 90 por ciento de la película. Afortunadamente, Susman, quien había desarrollado una manera de copiar la base de datos en la computadora que tenía en su casa, contenía los archivos perdidos. Solo un 10 por ciento no se pudo recuperar, pero eso es nada en comparación con lo que sucedió, y al final la película se pudo completar sin tantas pérdidas, tanto de tiempo como de dinero.