El embarazo es una etapa única en la vida. Es una fase que no solo implica la vida propia de cada mujer, sino la de otro ser que se está formando en su vientre. Todas las experiencias de la madre, tanto físicas como emocionales inciden directamente en el desarrollo del feto. De allí, la importancia de cuidarse para el sano crecimiento de la criatura que viene en camino.
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Durante el periodo de gestación, muchas mujeres se cuidan en la alimentación y en otros aspectos físicos, pero olvidan que sus emociones son igualmente importantes, y que también deben cuidarlas, manteniéndose en equilibrio.
Los sentimientos de depresión, estrés, angustia, ansiedad, ira o tantas otras emociones negativas no son recomendables para la mujer embarazada, ya que pueden afectar a su bebé de forma negativa, ya que la criatura percibe los estados de ánimo de su mamá. La afectación no sólo sería durante sus primeros meses o años de vida, sino que pueden repercutir en su adultez, marcándolo de por vida en lo emocional, social y cognitivo.
Por eso ¿Estás embarazada? Si tu respuesta es un sí, entonces sé feliz y mantente en equilibrio porque así ayudarás a la salud física y psicológica de tu bebé.
A veces, hay circunstancias que dificultan tener equilibrio, pero trata de que nada te desestabilice. Por este motivo, el apoyo de la pareja y de quienes rodean a la embarazada es fundamental en esta fase.
¿Cuáles son los efectos en el bebé?
Sandra Ortega, ginecóloga de Vithas Castellón, explicó a la ABC Familia que los altos niveles de estrés y ansiedad durante el embarazo se relacionan con partos prematuros, abortos espontáneos, cambios en los movimientos del feto y más probabilidad de preeclampsia. Al momento del parto, puede haber mayor dificultad de expulsar a la criatura, por lo que también aumenta la probabilidad de cesárea.
La especialista explicó que cuando hay estrés se liberan las hormonas cortisol y adrenalina, lo que se asocia a un mayor riesgo de que el bebé tenga TDAH, retraso en el desarrollo del lenguaje, problemas conductuales, así como más posibilidades de depresión, ansiedad y esquizofrenia en su vida adulta.
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En cambio, la felicidad libera la hormona serotonina que influirá positivamente en el feto. Es mayor la posibilidad de que sea adulto sano emocionalmente.
Recomendaciones para la embarazada
En su portal web, Centros Educativos San Cristóbal reseñó que es normal que las embarazadas experimentan una mezcla de emociones por la incertidumbre ante el bebé que viene en camino. La mujer está consciente de que su vida no será igual. Además, está la inquietud de que la criatura venga sana y que todo esté en perfectas condiciones para que nazca bien.
A esto se suman, los malestares físicos propios durante los nueve meses de gestación, algo que a su vez, genera cambios de humor.
El referido medio dice que apenas la mujer se entera que está en cinta comienza un vínculo afectivo con su bebé y que esto le da “placer y vitalidad”. Por ello, debe fortalecer este sentir y disfrutarlo al máximo.
Ante el miedo o la incertidumbre propia de esta fase, recomienda a la mujer tener confianza de que todo va a salir bien, también aconseja que “sean cuales sean tus emociones, lo importante es reconocerlas, no reprimirlas y liberarlas de una manera natural”.
Centros Educativos San Cristobal aconseja a la embarazada:
-Escucha música relajante: esto te ayudará a ti y tu bebé.
-Hacer ejercicio suave: mejorará el ánimo y el estado físico.
-Cuidar la alimentación: comer saludable, entre estos alimentos ricos en vitamina B6 y omega 3 que levantan el ánimo.
-Hacer vida social: salir con tus amigos, familia o pareja al cine u otros sitios de esparcimiento, te ayudarán anímicamente.
-Descansar: debes tomarte el tiempo suficiente para descansar, hazlo si el cuerpo te lo pide, ya que esto disminuye el estrés.
-Compartir tus emociones con tu pareja: expresa a tu pareja tus emociones, lo que sientes, lo que te inquieta y anima. El futuro papá debe implicarse emocionalmente en el embarazo. Fortalecer este vínculo mutuo será beneficioso para ambos y para su bebé.
